La vaca que ríe o la moderna Mona Lisa

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La obsesión por el pronóstico climatológico se convierte en patología a las puertas del Día del Libro, mientras conocemos que en el futuro la vaca será el mayor animal terrestre



 Si están enganchados al tiempo y necesitan saber a toda costa qué día va a hacer mañana, como si fueran un mecánico del paddock de la F1 que se rebana los sesos por escoger el neumático preciso, puede que padezcan la penúltima dependencia del año, según la Asociación Europea para los Ataques de Pánico, la obsesión por la predicción metereológica, una patología exclusiva del primer mundo, donde la palabra tiempo ya ha desbancado en las búsquedas de Google al todopoderoso sexo (1). La manía tiene su guasa en occidente, lugar en que no nos va la vida por la cosecha pero sí por el ocio inoculado, con los influencers marcando el paso de las tendencias y encasquetándose, por cada medio millón de seguidores, 3.000 euros por foto (2). En ese mundillo, el chef José Andrés se mueve como pez en el agua. Lo dice Time, y el cocinero exhibe músculo mediático agotando las reservas de un vino pucelano a golpe de tuit (3), justo ahora que sabemos que España es el sexto país de la UE con el alcohol más barato. Ojo con los países que nos superan en el ranking: Bulgaria, Rumanía, Hungría, Eslovaquia y Polonia. Oscar Wilde ya se anticipó, condenando el tedioso convencionalismo de charlar sobre el clima: "Es el último refugio de las personas sin imaginación". 
España es el sexto país de la UE con el alcohol más barato. Sólo por detrás de Bulgaria, Rumanía, Hungría, Eslovaquia y Polonia
"Ignoro cuándo se averió el futuro", escribe Javi Gómez para arrancar La gran desilusión, prolongando el solemne rictus de obituario del siglo XX. El psicólogo John Condry, del Departamento de Desarrollo Humano de la Universidad de Cornell, quiso averiguarlo. Entregó a sus estudiantes, divididos en dos grupos, el primer párrafo de una novela y les pidió que lo continuaran. El texto, para unos y otros, era el mismo con una salvedad, los tiempos verbales. Para unos estaba escrito en pasado; para otros, en futuro. El resultado, concluyente: el grupo pretérito ofreció continuaciones "originales y prolijas"; los futuristas fueron más "escuetos y postizos", demostrando nuestro apego nostálgico a todo lo antiguo y nuestro desafecto inconsciente por lo venidero (4). Las mentes pensantes de las nuevas tecnologías tomaron buena nota y se apropiaron del algoritmo para manejar con maestría la orfandad de la predestinación. La peor pesadilla de un nativo digital no es otra que un día desconectado. Mauritania lo ha sufrido en sus carnes durante dos interminables jornadas. Lo curioso de la noticia es que el apagón coincidió con las elecciones, después de que el cable submarino que engulle datos entre Sudáfrica y Portugal, sufriera un corte que provocó problemas en otros diez países africanos. Las teorías conspirativas se dispararon al minuto, sobre todo, recordando que en 2013 tres egipcios fueron interceptados por los guardacostas cuando trataban de cortar desde su barca de pesca el cable que llevaba un tercio del tráfico informativo entre África y Europa, de nuevo, durante unos comicios. No deja de ser paradójico que los gobiernos y las multinacionales se dejen un pastizal en ciberseguridad para que luego llegue un pescador africano y se convierta en el hacker más eficiente (5). 

Nadie como Ryszard Kapuscinski describió las sombras del continente negro. En Un día más con vida, reflejó la barbarie que se cernía sobre Angola después de la Revolución de los Claveles y el fin del colonialismo portugués. La adaptación animada de la novela, una coproducción hispanopolaca, se estrena ahora en Cannes, festival que se clausurará con El hombre que mató a Don Quijote, el proyecto en el que Terry Gilliam llevaba más de dos décadas trabajando, una particularísima revisión del clásico a través de la ensoñación de un ex Monty Python (6). Y si de actualizaciones se trata, no se pierdan Donkeyote de Los Pedroches, el archipremiado documental de Chico Pereira, un híbrido entre la obra de Cervantes y Platero, que retrata la vida de Manolo, un cordobés del valle de Los Pedroches que, a sus 73 años, se embarca rumbo a los Estados Unidos para recorrer el Sendero de las Lágrimas, la ruta que rememora el desplazamiento obligado de los Cherokees hacia el Oeste, únicamente acompañado de su fiel amigo, el burro Gorrión (7). 
Mauritania sufre un apagón digital que coincide con la celebración de elecciones. Los gobiernos dejándose un pastizal en ciberseguridad para que luego llegue un pescador africano y se convierta en el hacker más eficiente
Son la antesala perfecta de un fin de semana que desembocará en el Día del Libro. Entre las propuestas más innovadoras: una consulta clínica liderada por críticos literarios en el DevoraLletres de Barcelona, bajo el nombre Doctor, Recéteme un libro (8); y un First Date librero, con los ourensanos de la librería Eixo organizando citas a ciegas con novelas que son auténticas desconocidas (9). De entre el cúmulo inagotable de historias que se nos avecina, la de Dorothy Gibson, biografiada por Randy Bryan, no tiene desperdicio. La actriz, estrella rutilante del Hollywood primerizo, sobrevivió al Titanic para interpretarse a sí misma como superviviente de la tragedia en la primera película que se hizo sobre el hundimiento del transatlántico. Para darle más verosimilitud, Gibson utilizó incluso la misma ropa que vestía durante el naufragio. Amante secreta del fundador de Universal Pictures, Gibson fue espía fascista en la Segunda Guerra Mundial, prisionera en Milán y fugitiva en Suiza. Su rocambolesca vida acabó de manera precipitada en el Hotel Ritz de París, junto a su último idilio, Emilio Antonio Ramos, agregado de prensa de la embajada española por orden de Franco (10).

 Del dictador, precisamente, nos libramos con una parsimonia costumbrista. Con la democracia por estrenar, el país requería un rediseño y José María Cruz Novillo fue el responsable de trazar los logos de la España contemporánea (11). 

 También esto pasará, nos recordó Milena Busquets bajo los efectos narcóticos del cuento chino. Cuando ocurra, los mamíferos se habrán visto encogidos hasta el enanismo como consecuencia de la expansión humana. El animal terrestre más grande que quedará sobre la faz de la Tierra será la vaca (12). Algo bueno tenía que tener la capacidad de rumiar.



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