Baja el IVA de los presos, indultan a las eléctricas y ya se permite el toples de boca. ¡Esto es Jauja! No, es el Liceu, hay ganas de hacer el calor y no la guerra
España hecha jirones, como una canción de Malú, y Vox, vendiendo alarmas. El sanchismo reparte concordia y superluna de fresa a domicilio. Hay ganas de hacer el calor y no la guerra. En capítulos anteriores: baja el IVA de los presos, indultan a las eléctricas y ya se permite el toples de boca. ¡Esto es Jauja! No, es el Liceu, curas y patronal coreando la traviata del socialismo. ¿Eh? Por suerte, siempre nos quedará Aznar. Míster torso ibérico rezuma españolitis por los oblicuos, y pide a la gente de bien que deje de jugar al pádel y de acudir a la ópera. Pero esto es un cachondeo. Al PP no me lo conocen ni en Génova. De repente, antimonárquico, anticlerical y anticapitalista, ¡vaya!, así empezó la burguesía catalana. Esto acaba con Ayuso pidiendo un referéndum sobre la independencia de Telemadrid.
Por cierto, qué decía José Mari, señor de las Azores, mientras gobernaba. Veamos. 26 de septiembre de 1998, mitin en San Sebastián, diez días después de que ETA decretase un alto el fuego: "Ahora lo que toca es la paz. Sólo la paz y nada más que la paz. Construir la paz es lo más importante. Es fundamental construir la paz sobre una base sólida pero, a la vez, flexible. Queremos que la paz que se construya sea habitable, no para la mitad de los vascos sino para todos ellos (...) Apuesto por el diálogo y la responsabilidad compartida". ¡Viva el espectáculo! ¡Y Nuestra Señora de la Hemeroteca! A diferencia de lo que pasa ahora, todos los partidos fueron a una. También, la mayoría de medios.
¿Alguien da más? Prisión de Lledoners, momentos antes de la saga/fuga de los indultados. Los presos independentistas discuten, cuando nadie mira, si posan ante las cámaras con cara de entierro o con aire de Canaletes. O sea, Segadors y método Stanislavski por un tubo. Al final, desmadre y pancarta de "freedom for Catalonia", que era el grafiti oficial de Barcelona 92. Tanto jaleo para acabar conmemorando los 29 años de los Juegos Olímpicos. Ya lo avisó Billy Wilder en Con faldas y a lo loco: "Nadie es perfecto". Ni siquiera, los más patriotas.