No se extrañen si durante un control de alcoholemia, a la salida de cualquier rotonda, dan positivo por exceso de información. El abuso de noticias es la principal causa de modorra. De momento, no afecta al carné por puntos
No se extrañen si durante un control de alcoholemia, a la salida de cualquier rotonda, dan positivo por exceso de información. El abuso de noticias es la principal causa de modorra. De momento, no afecta al carné por puntos. Ya me dirán qué falta hacía que Teresa Romero, "la superviviente del ébola", tal y como la rebautiza El Mundo, nos recuerde en una entrevista que para superar su aislamiento se entretuvo leyendo 50 sombras de Grey (1). Estar a la última se parece cada vez más a llevar unas hombreras o unas mangas abullonadas sólo porque están de moda, palabrita del niño influencer, aunque una vez puestas, nos sienten como una patada en la sisa. La prensa tiende a eso, a la news week, con la presentación de su colección de titulares y trendings topics para la nueva temporada de primavera-verano u otoño-invierno. Todo lo que no es pasarela, no merece un editorial. Y la cosa va en aumento, favorecida por las redes. En la Universidad de Columbia, responsable de los premios Pulitzer, ya se imparte un doble grado en Periodismo e Ingeniería Informática (2). Mucho matrix para tan poco pollo. Tiempo al tiempo.
A propósito de Rembrandt, y otros artistas olvidados por la moda juvenil, Antonio Muñoz Molina escribía esto hace unos días: "Siempre hay poderes interesados en imponer una sola forma de presente. A las personas nos da miedo quedarnos fuera de nuestro tiempo, o ir contracorriente, y por eso aceptamos con tanta docilidad, las actitudes y los valores, hasta las palabras, que nos dicta la coacción sutil y omnipresente de la moda"(3).
De seguir así, puede que antes del próximo bisiesto, necesitemos montañas mágicas como la de Thoman Mann para desinfoxicarnos. El escritor alemán situó su sanatorio para tuberculosos en Davos, mira por dónde. Hoy, un siglo después, la tuberculosis continúa siendo la enfermedad que más muertes causa en el mundo, más de un millón y medio al año, aunque eso, por ser tan habitual, ya no es noticia. Curiosamente, las ratas, tan temidas en cualquier peste, ayudan ahora, gracias a su magnífico olfato, a detectar la enfermedad a tiempo en Etiopía, Tanzania y Mozambique (4). El mismísimo Albert Camus estaría sorprendido. Dereck Thompson, columnista en The Atlantic, acierta de lleno con lo que nos pasa: "Demasiado talento dedicado a problemas que no tienen ninguna importancia".
(1) https://www.elmundo.es/papel/historias/2020/02/28/5e582830fdddff9aa28b45aa.html
(2) https://www.elmundo.es/papel/2020/02/19/5e4c1b66fdddff4f7b8b45b9.html
(3) https://elpais.com/cultura/2020/02/18/babelia/1582034923_032222.html
(4) https://elpais.com/elpais/2020/02/24/planeta_futuro/1582541582_730829.html