Mi reino por un lavabo

Del infantilismo ilustrado no se salva ni la prensa. En su cruzada interactiva, la actualidad se abarrota de entretenimiento, como una feria cualquiera o un capítulo en streaming, y la información se empobrece


Ser pobre no está al alcance de todos los bolsillos. Entre papeleo y asesores se va un pastizal solo para lograr el carné oficial de mendigo. La Comunidad de Madrid por ejemplo exige ahora a sus sin techo presentar una declaración jurada con el dinero que ganan en la calle si quieren optar a la Renta Mínima de Inserción (1), un enredo burocrático que pretende poner freno al típico defraudador que se hace pasar por indigente mientras tiene cuenta en Suiza y yate en Marbella. 

Con el subsidio en cuarentena no queda otra que tirar de pillería. Lo ha hecho Alexandra D. en Francia. La supuesta falsa víctima de los atentados de París en 2015 llegó a tatuarse en el brazo, para darle mayor empaque a la treta, el lema de la ciudad de la luz, convertido en símbolo de la capital francesa tras el ataque terrorista: Fluctuat nec mergitur, algo así como "golpeada, pero no hundida". No es la única. De momento, quince personas ya han sido condenadas por intento de fraude o estafa. Algunas, con reiteración, fingiendo haber resultado heridas en dos atentados distintos (2), una especie de mala suerte en el reparto de los papeles, similar al que sufrieron "los diez actores que más veces han muerto en la historia del cine", de Christopher Lee a Mickey Rourke, pasando por Béla Lugosi o Nicolas Cage (3).

Con semejante panorama no es extraño que un tercio de los hombres, a imagen y semejanza de Fernando Fernán Gómez en El anacoreta, se encierren en el lavabo en busca de paz y silencio, según una encuesta británica (4). En el blog de la empresa de inodoros que encargó el estudio, su directora comenta: "Tiene mucho de santuario, un espacio donde nos podemos aislar del mundo exterior, aunque sea temporalmente". Es lo que hacía, bajo la ducha, Kevin Spacey en el arranque de American Beauty, "el mejor momento del día", aseguraba. "A partir de aquí, todo va a peor". Como en un guiño a la cinta, los medios se hacen eco de una noticia: "Una mujer pide un Uber con su amante y el conductor resulta ser su marido"(5), lo que recuerda aquella otra escena en la que Kevin Spacey, metido a camarero en un negocio de comida rápida, pilla in fraganti a su esposa en pleno adulterio. 

No es la única referencia cinematográfica de la jornada. En El País leemos: "La policía localiza en manos de una tribu a una niña desaparecida en 2014"(6), en una especie de remake de La selva esmeralda; o "Siri, Alexa, Cortana... Los asistentes virtuales tienen nombre de mujer"(7), lo que irremediablemente nos lleva a Her, la película de Joaquin Phoenix con la que el pasado lunes La2 puso punto y final a más de tres años de veladas a diario con Historia de Nuestro Cine, espacio que la nueva parrilla reduce a la mínima expresión, una vez por semana. 

Si no les seduce el plan, Netflix propone un menú a la carta. A través de Black Mirror, la plataforma proyecta la creación de episodios interactivos, recuperando aquella corriente infantil que triunfó en la literatura de los ochenta bajo la etiqueta de elige tu propia aventura (8) 

Sobre todo ese proceso de peterpanismo, de aniñamiento programado, David Gistau escribe: "La llegada del patinete, que coincide con la expulsión paulatina del automóvil y sus toses de gas, tiene además una influencia definitiva en la estética urbana, pues contribuye a lograr aquello con lo que sueñan los proyectos distópicos de la nueva política municipal: la infantilización de la ciudad y de las gentes que la habitan"(9) 

Un infantilismo ilustrado del que no se salva ni la prensa. En su cruzada digital, la actualidad se abarrota de entretenimiento, como una feria cualquiera o un capítulo en streamingy la información se empobrece. Junto a un dato como el que aporta la Organización Mundial de la Salud: "El mundo ya acoge a más personas con sobrepeso que hambrientas"(7); la web de El Periódico se pregunta: "¿Por qué lloramos al cortar cebollas?"(11).



(1) https://elpais.com/ccaa/2018/10/01/madrid/1538422916_148854.html
(2) https://www.lavanguardia.com/internacional/20181002/452144018223/alexandra-d-falsa-victima-ataques-2015-paris.html
(3) http://www.elmundo.es/album/metropoli/cine/2018/09/28/5bab897e22601da0378b45be_5.html
(4) https://www.infobae.com/america/mundo/2018/09/29/el-gran-escape-un-tercio-de-los-hombres-se-encierra-en-el-bano-en-busca-de-paz-y-silencio/
(5) https://www.lavanguardia.com/vida/20180929/452080106147/mujer-uber-amante-colombia.html
(6) https://elpais.com/internacional/2018/10/02/mundo_global/1538496898_427614.html
(7) https://verne.elpais.com/verne/2018/10/01/articulo/1538384738_001318.html
(8) https://www.lavanguardia.com/series/netflix/20181002/452140848850/netflix-black-mirror-episodio-elige-tu-propia-aventura-temporada-5.html
(9) http://www.elmundo.es/opinion/2018/10/02/5bb244c446163f03638b45ae.html
(10) https://elpais.com/elpais/2018/09/24/planeta_futuro/1537808159_599868.html
(11) https://www.elperiodico.com/es/ciencia/20181002/quimica-por-que-cebolla-llorar-7065886

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