La increíble historia del lector menguante

Se empieza por tomar la obra del autor en vano y se acaba por tergiversarlo todo en mitad de debates descontextualizados. Uno amanece con una frase de dudosa procedencia en el whatsapp y se va a dormir envuelto en fakes. De ahí a la banalización más absoluta quedan apenas diez minutos




Le podía haber pasado a cualquiera. Los relojes cada día van más rápido sin que nadie regule con pulso firme su exceso de velocidad. El accidente era solo cuestión de tiempo. Cuando uno hace tarde, coge lo primero que pilla. Lo sabe bien cualquiera que se haya dormido en día de trabajo. Luego, con el paso de las horas, el desajuste se manifiesta como un fantasma en plena güija. La camiseta del revés. Con la etiqueta al aire, oxigenando costuras. O el calcetín desparejado. Son las secuelas de una prisa endémica. Le podía haber pasado a cualquiera, pero le ha ocurrido a María Dolores de Cospedal. La secretaria general del Partido Popular cerró campaña para las primarias por todo lo alto, con cita falsa del Quijote por montera, reinaugurando la moda del tuiter apócrifo (1)"Es más importante el mensaje que quién lo dice", se defendió. El batacazo fue antológico. Está por ver, de momento no disponemos de datos concluyentes, hasta qué punto la pifia literaria le pasó factura en las urnas. 

Y es que hay tuiteros de gatillo fácil. Otra cosa es la puntería. Quien tuitea primero, tuitea dos veces. Si no, siempre queda el derecho a enmienda. La mítica fe de erratas, a día de hoy un poco más agnóstica. O el borrado sin contemplaciones. Muy en boga. "En cinco siglos de imprenta a nadie se le ha ocurrido inventar la desimprenta, pero en cuatro días de Twitter disponemos ya de un útil para eliminar obras completas", señala Juan José Millás (2).

Se empieza por tomar la obra del autor en vano, boicoteando sus párrafos, ahormándolos según urge la arquitectura del discurso; y se acaba por tergiversarlo todo, en mitad de debates descontextualizados, del tipo: ¿Se puede repatriar un oso? La pregunta nace en los Pirineos tras los ataques de Goiat, el oso pardo de origen esloveno y alma psicótica para terror equino, que trajeron en 2016 con la intención de repoblar la cordillera (3)


El resto de las noticias, las que indignan y las que acojonan, forman parte equidistante de la atracción, como un mal necesario, otra forma de ocio perverso, que a base de eco va perdiendo su impulso

Uno amanece con una frase de dudosa procedencia en el whatsapp y se va a dormir envuelto en fakes. De ahí a la banalización más absoluta apenas quedan diez minutos. Y con una parte de la prensa volcada en la conquista del entretenimiento supremo, al final lo mismo nos da ocho que ochenta. La moda toma las riendas, es el sustitutivo idóneo, palabra de instagramer, y le da la vuelta a la prenda y a la actualidad. La última tendencia de baño es ponerse el sostén del bikini boca abajo (4). O patas arriba, como se prefiera. También se invierten los shorts, que pierden el norte como una siesta de murciélagos (5). El resto de las noticias, las que indignan y las que acojonan, forman parte equidistante de la atracción, como un mal necesario, otra forma de ocio perverso, que a base de eco va perdiendo su impulso: "En Venezuela vale lo mismo un millón de litros de gasolina que una lata de atún", titula El País (6), cerca de una noticia que recupera la imagen a doble página publicada por una revista mexicana, donde dos novios emperifollados lucen junto a una mujer indígena que vende artesanía a pie de calle, tirada en el suelo, como parte de un atrezo de contrastes "frívolos y clasistas"(7). La escena podía rematarse con la última la propuesta del BBVA: una app para planificar hasta el último detalle del nacimiento de un bebé con el teléfono móvil (8).

Al fin y al cabo, la bicicleta y la desconexión son para el verano, "esa combinación de nada y Netflix, de web y vacío, y nos contentamos con las canciones fugaces y con los libros basura, hechos para dejar al final del viaje", tal y como escribe Juan Cruz en su Elogio de la lentitud (9), justo ahora que el pasado viernes 29 de junio pulverizamos récords de tráfico aéreo. 202.157 aviones surcando el cielo con su correspondiente estela ecológica de partículas contaminantes en la jornada con más vuelos de la historia (10).

Y así arrancamos sanfermines, con el cielo hecho un cirio y la tierra con barniz de trending topic, desempolvando a nuestro profeta de cabecera, Julio Verne, que en La jornada de un periodista americano en 2889, ya vaticinaba un periodismo a la carta, donde las estrellas de las redacciones eran los fabuladores capaces de crear ficciones con tramas que aumentaban las audiencias. En otra novela suya, la semidesconocida París en el siglo XX, presagiaba como una losa: "Aunque ya nadie leía todo el mundo sabía leer".


(2) https://elpais.com/elpais/2018/07/04/opinion/1530701377_222490.html
(3) https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20180705/dispositivo-asustar-goiat-6926985
(4) http://www.lavanguardia.com/de-moda/moda/20180704/45644488406/valentina-fradegrada-tendencia-bikini-reves-instagram.html
(5) https://www.elperiodico.com/es/belleza/20180704/short-boca-abajo-cie-denim-vaquero-patron-invertido-cosido-reves-6925675
(6) https://elpais.com/elpais/2018/07/05/album/1530787099_721189.html#foto_gal_2
(7) https://verne.elpais.com/verne/2018/07/06/mexico/1530834172_803248.html
(8) https://www.elperiodico.com/es/empresa/20180705/planificar-nacimiento-6916007
(9) https://elpais.com/elpais/2018/07/06/mira_que_te_lo_tengo_dicho/1530865596_280781.html
(10) https://www.abc.es/viajar/destinos/abci-estuvo-cielo-mayor-trafico-aereo-historia-201807051654_noticia.html

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