Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto

Rosa Montero reivindica en su último libro el papel silenciado de la mujer en la historia, mientras Ricardo Gómez, alias Carlitos, deja 'Cuéntame' y la serie decana de la televisión se queda sin narrador




¿Qué sucede si de repente nos quedamos sin voz en off? ¿Existen pastillas para la afonía de los monólogos interiores? Nuestro Pepito Grillo está en apuros. Silencio. Corren malos tiempos para la voz de la conciencia. "Después de 348 capítulos y 17 años aprendiendo, disfrutando y creciendo cada día, esta semana estoy rodando mis últimas escenas en Cuéntame", anunciaba Ricardo Gómez, Carlos Alcántara, vía twitter (1). Se va "el heredero" de la serie decana de la parrilla televisiva, reflejo de Aquellos maravillosos años, temeroso de encasillamientos. Antes ya lo hicieron, con billete de vuelta, sus hermanos mayores, Inés y Toni, en una ficción que ha dado de sí más allá de sus guiones, con polémicas para todos los públicos, siguiendo el precepto familiar tolstoiano de Ana Karenina. Deserta el narrador, con voz en off de Carlos Hipólito, y deja una ristra de personajes sin argumentos, de Karina a Julia, pasando por Luis y Josete. Veremos cómo resuelven a partir de ahora los vecinos de San Genaro la falta de introspección, la que aportaba Carlitos, escritor en ciernes.

Otra escritora, Rosa Montero, presenta Nosotras. Historias de mujeres y más, la tercera edición, corregida y aumentada, de su popular Historias de mujeres, la antología con la que la periodista madrileña reivindicaba en 1995 el papel que la historia había "escamoteado" a 16 mujeres extraordinarias. Ahora le suma noventa biografías nuevas, tras contactar con la investigadora de la universidad valenciana Ana López-Navajas, que lleva una década trabajando para incluir a más féminas en los contenidos de la ESO, después de "comprobar que los libros escolares solo citan a un 7,6%"(2).


¿Qué sucede si de repente nos quedamos sin voz en off? ¿Existen pastillas para la afonía de los monólogos interiores? Nuestro Pepito Grillo está en apuros. Corren malos tiempos para la voz de la conciencia

Corazón tan blanco, de Javier Marías, arranca con una frase que condensa mejor que ninguna otra la sensación que la prensa provoca en los lectores"No he querido saber, pero he sabido...". También mujer, y también valenciana, era María Amparo Plaza, la anciana cuyo cuerpo momificado ha sido descubierto en su casa, en el barrio del Cabanyal, tras cuatro años sin que nadie se percatara de su ausencia. La ropa que dejó tendida y que la intemperie ha deshilachado en este intervalo entre mundiales, alertó por fin a un vecino. Al parecer,  según informa el diario Levante-EMV (3)María Amparo era inquilina del inmueble y tenía domiciliados en su cuenta bancaria tanto el ingreso de la pensión como el pago del alquiler, operaciones que han continuado produciéndose de manera automática, al margen de la vida, más allá de la muerte, en una eternidad sometida a los caprichos del código binario.

La revista Archaeological and Anthropological Sciences acaba de publicar el hallazgo "del segundo crucificado de la historia", en Gavello, al norte de Italia, cerca del Delta del Po. A pesar de que la crucifixión fue una práctica habitual en la antigüedad, desde 1968 hasta ahora, la arqueología solo había podido documentar la existencia de otro ajusticiado por este método en Palestina (4). El descubrimiento coincide con el último esqueleto encontrado en Pompeya, bajo las ruinas que dejó el Vesubio, en la esquina entre el Callejón de los Balcones y el de las Bodas de Plata, la zona en la que se están realizando las últimas excavaciones (5).


Las operaciones bancarias habían continuado produciéndose de manera automática, al margen de la vida, más allá de la muerte, en una eternidad sometida a los caprichos del código binario

En esta jornada macabra, "miles de buitres callados, van extendiendo sus alas...", que recitaría Aute. La deshumanización, a pesar de todo, siempre puede acentuarse. Londres pone en funcionamiento un sistema para que los músicos callejeros puedan recibir propinas a través del móvil, ahora que la calderilla se extingue (6).

Recordarán todavía, en esta vorágine mediática, al héroe francés del momento, Mamoudou Gassama, el "Spiderman de Mali", el sin papeles que trepó por un edificio para salvar a un niño que colgaba de una barandilla. En su columna en El País, Manuel Jabois se pregunta "cuántas alturas" se necesita escalar para adquirir la nacionalidad francesa, y qué dice al respecto "el reglamento olímpico de inmigración"(7). Para colmo, ahora sabemos que el menor estaba solo porque su padre estaba ocupado jugando al Pokémon Go (8).

Antes de iluminarse, la pantalla de un ordenador, o de un móvil, o de una tablet, "funciona como un espejo oscuro, donde aparece el rostro de alguien", escribe Juan José Millás. "Un premuerto". Nadie ha mirado a los ojos de una calavera con tanta intensidad como Hamlet: "Morir... quedar dormidos. Dormir...tal vez soñar". "Palabras, palabras, palabras"...



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