El gran masturbador

En la era de la informaciĆ³n, la inmediatez aturde los contenidos. Se trata de informar a la carta, aprovechando el rastro que cada uno deja en las redes, diseƱando una propaganda soluble, capaz de manipularnos con el uso y abuso de noticias falsas personalizadas



Que el otoƱo se acerca se sabe porque hace varios dĆ­as que en Ibiza no recogen un "cadĆ”ver balconizado", satiriza Ricardo F. Colmenero en El Mundo. Un vacĆ­o que provoca unas ganas de "ponerse una rebequita, porque en la isla son los muertos los que fijan las temperaturas", prosigue (1). El final del verano tambiĆ©n se deduce en CataluƱa, por la caĆ­da de los lazos, que tiƱe de ocre las aceras. Desde que Zapato Veloz lanzara en 1992 su Tractor amarillo, el color del limĆ³n no habĆ­a gozado de tanto populismo. 

Con la actualidad del fin de semana reducida a una retĆ³rica de complementos entre lazistas y antilazistasen Jacksonville, Florida, un tiroteo deja tres muertos y once heridos durante un torneo de videojuegos que se retransmitĆ­a en directo por YouTube, suceso del que la policĆ­a local fue dando el minuto y resultado a travĆ©s de Twitter, en un alarde, como el de todos los medios en los Ćŗltimos tiempos, sobrado de urgencia y confusiĆ³n (2)"La muerte moderna es un desastre. Y la telefonĆ­a mĆ³vil no ha solucionado el problema", continĆŗa su columna Colmenero, que recupera una cita de Gay Talese: "El hombre que ha leĆ­do su nota necrolĆ³gica no vuelve a ser el mismo". 

En la era de la comunicaciĆ³n, la inmediatez aturde los contenidos. El historiador israelĆ­ Yuval Noah Harari, pensador de Ć©xito tras su ensayo Sapiens. De animales a dioses, lo tiene claro: En breve, "la tecnologĆ­a permitirĆ” hackear a seres humanos"(3)Se trata de informar a la carta, aprovechando el rastro que cada uno deja en las redes, diseƱando una propaganda individual y soluble, capaz de manipularnos con el uso y abuso de noticias falsas personalizadas. "El futuro es tan incierto que la gente busca certezas, se centran en las historias que conocen y que les ofrecen la promesa de una verdad invariable", explica en una entrevista en El PaĆ­s Semanal con motivo de la publicaciĆ³n de su Ćŗltimo libro, 21 lecciones para el siglo XXI.

Es "el triunfo de la mentira", tal y como titula Javier Cercas. "JamĆ”s el engaƱo habĆ­a tenido tanta capacidad de difusiĆ³n", escribe (4), coincidiendo con la apertura del archivo del crĆ­tico de arte SebastiĆ  Gasch, que contiene mĆ”s de un centenar de cartas de DalĆ­, que desvelan su conversiĆ³n al surrealismo (5). Precisamente ahora que el museo de St. Petersburg, en Florida, reinventa la figura del genio de CadaquĆ©s, reciĆ©n presentado como gurĆŗ del coaching, con seminarios que propagan la palabra daliniana entre ejecutivos que encuentran sin rechistar un nuevo significado empresarial a sus consejos de pintura: "Cuando empieces a dibujar no lo hagas nunca por la cabeza, sino por el dedo gordo del pie"; una metĆ”fora, por lo visto, de un valor incalculable, segĆŗn descifran (6)

Por suerte, un artĆ­culo de La Vanguardia nos resitĆŗa en el Ćŗltimo lunes de agosto: "Cinco pasos para cargar el maletero de tu coche en la operaciĆ³n retorno"(7), y aunque solo sea por un instante, como un trastabilleo de Ćŗltima hora, uno vuelve a creer en la utilidad de la prensa.



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