Sobre el origen del mundo y la depilación láser

La nostalgia es el negocio de la historia. Se empieza por mirar atrás con frivolidad y se acaba con tortícolis 


Así que ni teoría del Big Bang ni Libro del Génesis, El origen del mundo, del mundo tal y como lo conocemos, esa vagina anónima y sin depilar que escandaliza a Facebook, la más famosa de la historia del arte, pintada hace más de un siglo por Gustave Courbet, había que buscarlo, cómo no, en una bailarina con aires de cortesana. Constance Quéniaux, según sostiene el historiador francés Claude Schopp, que cumple así con esa manía impronunciable, pareidolia, de ponerle cara a las cosas, da igual que sea una pared en una casa de Bélmez, una taza o una tetera en una película de Disney o la pelota de voley en Náufrago, de lo que se trata al fin y al cabo es de humanizar la mercancía, con sus ojos, su boca y, si se deja, hasta sus fosas nasales, porque la ficción, como apunta Vargas Llosa, siempre se traga a la historia. 

Para Schoop, la prueba irrefutable sobre la identidad de la modelo se escondía en una carta olvidada que Alejandro Dumas hijo había enviado a la escritora George Sand (1). Uno de esos recuerdos que el tiempo traspapela y que Ricardo F. Colmenero recupera con brillo de periodista laureado en Devolver la poesía, columna que acaba de ser galardonada con el Premio Unicaja de Artículos Periodísticos: "El pasado es eso que se va amontonando al fondo de los cajones y en los altillos de los armarios"(2). Y ya estamos de vuelta con el negocio del siglo, la nostalgia, que lo mismo te cuelga el cartel de no hay entradas para un concierto de la gira de Yo fui a EGB, que te proporciona una audiencia millonaria en GH VIP, porque ver a un antiguo ídolo caído, o su sucedáneo, aireando sus miserias, siempre reconforta (3)aunque el filósofo Bernard-Henry Lévy avisa: "Cuando apostamos por la nostalgia allanamos el camino al totalitarismo"(4)

No se crean a pesar de todo que la actualidad viene tan solemne. En el apartado de noticias recreativas, un artículo sobre horarios y conciliación en la web de El País se pregunta: "¿Qué hacemos en España un martes a las seis de la tarde?"(5). Justo al lado, para no cansar la vista, la respuesta: "Locura por Primark: aglomeraciones y colas en su estreno en Sevilla"(6). Basta una imagen, "cortesía de la tienda", para agobiarse. No es de extrañar que la diputada del PP en el Congreso, Celia Villalobos, aproveche la sesión para comprar online. Cada uno es libre de elegir cómo se entretiene durante su jornada laboral. Sólo faltaría (7). Eso sí, el comercio tradicional se resiente y necesita nuevas alternativas. En Castilla y León, por ejemplo, ya tienen su propuesta: cobrar por probarse la ropa (8). Ven como al final todo acaba con un peaje.  


(1) http://www.elmundo.es/cultura/2018/09/26/5babc32746163f9b128b4601.html
(2) http://www.elmundo.es/television/2018/09/26/5babaf97268e3e1b528b45d0.html
(3) https://elpais.com/elpais/2018/09/25/icon/1537889799_186396.html
(4) http://www.elmundo.es/papel/historias/2018/09/25/5ba90b4c468aeb2c668b45c0.html
(5) https://elpais.com/elpais/2018/09/19/icon/1537347803_106064.html?por=mosaico
(6) https://smoda.elpais.com/moda/locura-por-primark-colas-y-aglomeraciones-en-su-estreno-en-sevilla/
(7) https://www.elperiodico.com/es/extra/20180926/video-celia-villalobos-tablet-ropa-congreso-7056246
(8) https://www.lavanguardia.com/de-moda/20180920/451930657906/cobrar-probarse-ropa-castilla-y-leon-video-seo-ext.html

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