Faulkner, Borges y La Benemérita

Hace años que la política española, también la catalana, anda metida en un curso acelerado de literatura para trileros que recomiendan encarecidamente 'El ruido y la furia' con tal de distraer al personal frente a recortes y privatizaciones



O un cuento de Borges, El disco, o un artículo sobre la vocación, obra de la profesora de Historia de la Lengua de la Universidad de Sevilla, Lola Pons, publicado en El País bajo el nombre de Lo que nadie quiere. Son las dos opciones deexamen de Lengua Castellana y Literatura, pistoletazo de salida de la Selectividad en Catalunya, esa moneda al aire para escoger campo o portería. Si me das a elegir... como tarareaban Los Chunguitos en Deprisa, deprisa (Carlos Saura, 1981), me quedo con la columna periodística, según los primeros sondeos a pie de aula. Goleada absoluta de la actualidad envasada en formato de opinión listo para consumir. Borges, para otra cita. Y con él, la obra de Ana María Matute, la otra estrella del once titular de la opción minoritaria. El título de la obra de La Matute, Los niños tontos, bien podría encabezar otra tribuna muy acorde con la imbecilidad de los tiempos que corren. 

Avisa Javier Marías de la fragilidad infantiloide de muchos estudiantes estadounidenses que parecen "hechos de porcelana". "Hay jóvenes que se salen de un seminario lloriqueando si un compañero manifiesta una postura que les ofende y trastorna. A menudo deciden qué libros y qué temas se pueden abordar y cuáles no, y, dado que los alumnos se comportan como clientes por los altísimos precios que sus familias pagan, a los profesores no les queda otra que tragar y plegarse"(1).

El caso, llevado a la chifladura, ya lo perfiló José Luis Cuerda en aquel pueblo surrealista de Amanece, que no es pocodonde todo hijo de vecino era acérrimo de Faulkner. Ahora, la película vuelve a la cartelera gracias a la intervención del abogado de Joaquim Forn, Xavier Melero, durante su defensa final en el juicio del procés: "Eso es lo que a mí me gustaría: una España en la que solo nos discutiéramos por Faulkner". El problema es que ya lo hacemos. De hecho, no se habla de otra cosa. Ya sea de Kafka o de Faulkner, la política española, también la catalana, lleva años metida en un curso acelerado de literatura para trileros que recomiendan encarecidamente El ruido y la furia con tal distraer al personal frente a recortes y privatizaciones.

Viendo el desmantelamiento de la sanidad pública, por ejemplo, David Trueba versiona a Jorge Manrique para recordarnos que "nuestras vidas son los ríos que van a morir a un hospital"(3). El último informe Foessa, sin ir más lejos, certifica los números demoledores de un país postcrisis con 8,5 millones de excluidos (el 18,4% de la población), a los que hay que añadir un 30% en situación límite, más otros 6 millones que se encuentran en "situación insegura", lo que significa que serían incapaces de sobrevivir a un nuevo varapalo económico (4). Todo eso en mitad de una sociedad, según Cáritas, cada día menos solidaria y más individualista, páramo ideal para toda clase de buitres.

No olviden cómo acaba la película de José Luis Cuerda (atención se aproxima un spoiler), con un guardia civil pegándole cuatro tiros al sol solo porque le ha dado por salir, supuestamente, por donde no le corresponde. 



(1) https://elpais.com/elpais/2019/06/03/eps/1559558378_442353.html
(2) https://www.lavanguardia.com/opinion/20190613/462849662913/la-espana-que-solo-discute-sobre-faulkner.html
(3) https://elpais.com/elpais/2019/06/10/opinion/1560167633_976785.html
(4) https://www.lavanguardia.com/vida/20190612/462833912758/foessa-caritas-exclusion-social-viii-informe.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Instagram