La vuelta al mundo en cuatro noticias de mierda

La injusticia ya tiene su cuota de paridad y Donald Trump su cromo de Aylan en versiĆ³n femenina




Inglaterra. "Tres cuartas partes de los niƱos de Inglaterra pasan menos tiempo al aire libre que los presos de ese paĆ­s. Uno de cada cinco niƱos casi no sale, y uno de cada nueve no ha puesto un pie en un parque, en un bosque o en una playa el Ćŗltimo aƱo. Su tiempo discurre en casa, frente a una pantalla", segĆŗn explica en El Mundo, el explorador noruego Erling Kagge, autor del ensayo Caminar (1).

Estados Unidos y China. "SegĆŗn la asociaciĆ³n americana de cirugĆ­a estĆ©tica, mĆ”s de la mitad de clientes van a las clĆ­nicas enarbolando su iPhone para enseƱar fotos de ellos mismos donde han aplicado filtros de Snapchat e Instagram. En China, el 54% de quienes se sometieron el aƱo pasado a retoques cosmĆ©ticos tenĆ­an menos de 28 aƱos y todos ellos se usaron a sĆ­ mismos como modelos retocados: ojos Disney, pupilas centelleantes, facciones afiladĆ­simas, labios acolchados. Al asunto lo han llamado Snapchat dysmorphia", tal y como recoge Miqui Otero en El PeriĆ³dico (2).

JapĆ³n. JĆ³venes madres con niƱos postizos se ofrecen por horas para que los ancianos vivan la experiencia de sentirse abuelos por unos minutos. "Se alquilan ejecutivos que piden perdĆ³n o una suegra para su boda", titula El PaĆ­s (3). Desde hace dĆ©cadas, dar el pego a nivel social ha originado en JapĆ³n "una prĆ³spera industria de alquiler de actores, casi siempre aficionados, para representar papeles en la vida diaria".

Suiza. Vetements, la lujosa firma de moda afincada en ZĆŗrich, acaba de lanzar una colecciĆ³n de camisetas en las que puede leerse: No dispares, escrito en Ć”rabe, francĆ©s e inglĆ©s, lema calcado al que usaron los periodistas en el conflicto entre LĆ­bano e Israel en 1982 (4).

(Hemos guardado un pĆ”rrafo de silencio para Ɠscar y su hija Valeria, de 23 meses, ahogados en las corrientes del rĆ­o Bravo como actores secundarios en una pelĆ­cula de John Wayne. Trataban de cruzar la frontera y su imagen ya se ha convertido en el sĆ­mbolo macabro de la polĆ­tica migratoria de Estados Unidos. La injusticia ya tiene su cuota de paridad y Donald Trump su cromo de Aylan en versiĆ³n femenina). 

En la Contra de La Vanguardia, Deborah Hodgson, presidenta de la Psychoneuroimmunology Research Society defiende que nuestra salud de hoy depende de lo que comieron nuestros abuelos (5). Suponemos que, de Siria a El Salvador, nuestra enfermedad del maƱana tambiĆ©n dependerĆ” de lo que no pudieron llevarse a la boca. "Ponerse a escribir es el consuelo del preso", define Javier PĆ©rez AndĆŗjar (6). Y en esas andamos todavĆ­a, tal y como apunta David Trueba: "En la torsiĆ³n del lenguaje para que la realidad no parezca tan asquerosa como realmente es"(7).



(1) https://www.elmundo.es/papel/lideres/2019/06/24/5d0d1c28fc6c83ad0b8b4625.html
(2) https://www.elperiodico.com/es/opinion/20190619/articulo-opinion-tiene-usted-cara-emoji-7513051
(3) https://elpais.com/internacional/2019/06/26/mundo_global/1561525587_491697.html
(4) https://www.elperiodico.com/es/opinion/20190626/no-disparen-a-esa-camiseta-articulo-de-miqui-otero-7523892
(5) https://www.lavanguardia.com/lacontra/20190626/463122748961/su-salud-hoy-tambien-depende-de-como-comia-su-abuelo.html
(6) https://elpais.com/elpais/2019/06/26/opinion/1561556231_790371.html
(7) https://www.xlsemanal.com/firmas/20190625/fisuras-cuento-feliz-david-trueba.html

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