Hace tiempo que los tambores tomaron los pórticos de los bulevares y las aceras. Ahora todo es procesión o batucada. No hace falta ser ingeniero de caminos para saber que el ruido es la distancia más corta entre dos orillas. Se agitan las maracas, se pone el grito en el cielo y nace un vanguardista, un candidato a la diputación o un concursante de Telecinco
Hace tiempo que los tambores tomaron los pórticos de los bulevares y las aceras. Ahora todo es procesión o batucada. No hace falta ser ingeniero de caminos para saber que el ruido es la distancia más corta entre dos orillas. Se agitan las maracas, se pone el grito en el cielo y nace un vanguardista, un candidato a la diputación o un concursante de Telecinco. La última muestra, el proyecto de arte urbano Reversible, en Rivas-Vaciamadrid. Trece grafiteros, con los visados en regla, reutilizando las vallas publicitarias que dejó el ladrillo, y solo una polémica en marcha, la de la única obra con referencias sexuales, un trampantojo de El origen del mundo, ubicado frente a una escuela. Del resto de intervenciones, ni pío. Casi de inmediato, como en un capítulo antiguo de Barrio Sésamo, toda la tabarra esa entre lo público y lo privado.
Dice mucho de nuestras dobleces, en un país que va de manada en manada, que los mismos padres que sedan con porno de banda ancha a sus hijos, se escandalicen luego por una escena de ginecólogo. Lo que no quita, que resulte innecesario que los niños jueguen a las canicas con el monte de Venus en el cogote. Digo yo que entre la educación sexual y el exhibicionismo habrá algún área de descanso.
Y así, con tanto cisco, que Zara, con motivo del bicentenario del Museo del Prado, ponga a la venta una camiseta en la que confunde a Velázquez con el Conde Duque de Olivares, nos parece que debe formar parte de esta rutina del escándalo basada en las ventas, los virales, las audiencias y los trending topics. Toda memoria tiene sus metros útiles. Cada uno decide con qué cromos rellena el once de gala de su Wikipedia.
(1) https://verne.elpais.com/verne/2019/07/10/articulo/1562748116_215616.html
(2) https://www.elmundo.es/f5/2019/07/11/5d25eecefdddff27538b467a.html
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