La divina comedia

Si los juntamos a todos, más los que están en camino, cualquiera en lista de espera, desde un parado de larga duración a un matrimonio que sueña con cenar en El Celler de Can Roca, tenemos la cartografía exacta del limbo burocrático, el peor de los limbos para echar raíces, siempre a las puertas del norte prometido



Si usted tiene pensado pedir asilo en Madrid debe saber que hay cola de dos años. "Vuelva en diciembre de 2020", recomienda la Policía en resguardos escritos a mano (1). El plazo, que puede parecer largo, se queda en un suspiro si lo comparamos con la fecha de renovación de los DNI de las personas mayores de setenta años: 01/01/9999. En un caso y en otro, se trata de cultivar el noble arte de la paciencia, que va por barrios. En Japón, sin ir más lejos, Ken-chan lleva dos años tratando de entrar al Museo de Arte de Onomichi, que no es precisamente el Louvre ni el Prado. La noticia tiene su miga porque resulta que Ken-chan no es una persona sino un gato que quedó prendado, a finales de 2016, de una exposición sobre minimos que se exhibía en el interior de la sala y, desde entonces, no ha hecho otra cosa que intentar colarse en la galería, demostrando un tesón felino, lo que le ha valido la admiración de otro compañero, Go-chan, que se ha añadido a la causa, por lo que ya son dos los gatos reivindicativos (2)

Si los juntamos a todos, más los que están en camino, cualquiera en lista de espera, desde un parado de larga duración a un matrimonio que sueña con cenar en El Celler de Can Roca, tenemos la cartografía exacta del limbo burocrático, el peor de los limbos para echar raíces, siempre a las puertas del norte prometido; la frontera de los olvidados, donde todos los días del año tienen el luto de un Black Friday.


(1) https://elpais.com/ccaa/2018/11/20/madrid/1542741931_981119.html
(2) https://www.elperiodico.com/es/extra/20181116/gatos-intentan-entrar-museo-japon-7150992

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Instagram