Érase una vez en Europa

El rapto de la princesa fenicia a lomos de un toro albino parece que ya no convence a una sociedad que puestos a elegir universos fantásticos prefiere a Tolkien



El domingo se celebran elecciones europeas y suscitan el mismo entusiasmo que si votáramos para escoger al nuevo secretario del departamento de lenguas romances de la universidad de Tiflis. Por no haber, no ha habido ni noticias falsas, termómetro actual de lo que se cuece. "Las fake news desaparecen de la campaña de las europeas", titula El País (1). El rapto de la princesa fenicia a lomos de un toro albino parece que ya no convence a una sociedad que puestos a elegir universos fantásticos prefiere a Tolkien. A propósito de series, tan en boga estos días, escribía Juan Soto Ivars que van perdiendo brillo, temporada tras temporada, en el momento en que sus creadores, sometidos a la dictadura de las audiencias, cambian el Word por el Excel (2). Lo mismo en política. De Europa nos une la Champions, Eurovision, el Interrail, los Erasmus y la Marcha Radetzky, pero nos ahuyenta ese Mercado Común que, a base de sablazos, deja a una buena parte del continente buscando proteínas en los contenedores de basura. Con Estados Unidos y China tirándose los móviles a la cabeza, Europa se ha quedado en mitad de la invisibilidad tecnológica, mediáticamente obsoleta. Y sin embargo, cuando este domingo, a la hora de votar, cunda la pereza de los viceversos, una frase de Eduard Punset, el divulgador científico fallecido ayer, quizá sirva de spoiler tatuado, al estilo de Sophie Turner en Juego de Tronos: "Cualquier tiempo pasado fue peor". Sin ir más lejos, el siglo XX, cuando el nacionalismo sensacionalista hizo de su bandera un sayo.


(1) https://elpais.com/tecnologia/2019/05/21/actualidad/1558391735_960139.html
(2) https://www.elperiodico.com/es/opinion/20190517/articulo-opinion-juan-soto-ivars-artista-aristocrata-portera-cine-7459519

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Instagram