La mujer como paisaje

Siento ser yo quien tenga que decírselo pero, entre capítulo y capítulo de Bob Esponja y Son Goku, su hijo se descarga cuatro gangbangs y cinco bukkakes. Y usted tan pancho, o tan pancha, que para el caso es lo mismo, porque así se ahorra toda la martingala esa de París y las cigüeñas




Diario local Regió 7, hace unos días, en la sección de Clasificados: "Señor mayor desea amistad con señorita hasta 37 años, no fumadora, buena presencia, sensible, amante naturaleza. Dejo herencia". De entre todos los dilemas que plantea el anuncio, una pregunta, a simple vista, ronda por la cabeza: ¿Por qué 37 y no 24? Puestos a elegir... El caballero en cuestión, vecino de Manresa de 82 años, alardea de haber recibido varias llamadas. Al final, y tras una depurada selección, la escogida, vaya por Dios, tiene 38 (1). En La Vanguardia, Quim Monzó afina la puntería y remarca que el anuncio se publicaba justo debajo de otro donde podía leerse: "Compramos antigüedades"(2).

La intro, que trasciende de la mera anécdota, da buena cuenta de cómo está el panorama, apenas un chiste en comparación con el argumento esgrimido por una abogada para defender al acusado de una supuesta violación durante un juicio en Irlanda: "Llevaba un tanga con encaje", apuntó, refiriéndose a la ropa interior que vestía la víctima, una menor (3).

Las dos noticias comparten titular con el abuso sufrido por una joven en el metro de Santa Coloma, donde fue acosada y toqueteada por una pandilla de delincuentes, antes de ser defendida por su novio, que se llevó de regalo una puñalada (4). El suceso es especialmente espinoso, porque los agresores, algunos menores, son de origen marroquí y extutelados por la Generalitat, lo que se traduce en carnaza de manual para xenófobos sin luces.

Con el debate en la palestra, una pintura de Edward Hopper, Chop Suey, se vende en Nueva York por 81,5 millones de euros, la cifra más alta jamás alcanzada por una colección privada. Durante la puja en Christie's, también salió a subasta y batió su récord, La mujer como paisaje, de Willen de Kooning, pieza que forma parte de la serie de retratos femeninos que el expresionista abstracto plasmó en la década de los cincuenta (5). Años antes, Stefan Zweig había publicado el relato La mujer y el paisaje. En ambos casos, los críticos coinciden que las obras representan la obsesión y las fobias que sendos autores, pintor y literato, sentían por el universo femenino.

Algo tendría que ver la educación sexual que recibieron. La actual, la de nuestros adolescentes, viene lista para consumir en pantalla. Cada día que pasa es más explícita y temprana. Siento ser yo quien tenga que decírselo pero, entre capítulo y capítulo de Bop Esponja y Son Goku, su hijo se descarga cuatro gangbangs y cinco bukkakes. Y usted tan pancho, o tan pancha, que para el caso es lo mismo, porque así se ahorra toda la martingala esa de París y las cigüeñas, en una doble moral semejante a la que durante años se gastó la prensa escrita, todavía presente en algunos medios, destapando mafias de trata de blancas en la portada y haciendo caja con clasificados de masajistas orientales cerca de la contra. Mientras la mujer sea percibida como un horizonte distante, como un skyline de coleccionista, ni todos los MeToos del mundo ni todas las sagas de Millenium juntas arreglarán el problema.


(1) https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2018-11-12/anciano-busca-mujer-joven-herencia-anuncio_1643666/
(2) https://www.lavanguardia.com/opinion/20181114/452917458095/la-comida-todavia-me-la-hago-yo.html
(3) https://www.abc.es/sociedad/abci-llevaba-tanga-encaje-ropa-interior-adolescente-usada-contra-juicio-violacion-201811101249_noticia.html
(4) https://elpais.com/ccaa/2018/11/11/catalunya/1541957229_832340.html
(5) https://www.elmundo.es/cultura/2018/11/14/5bebcaff468aeb99018b4693.html

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