Del bulo a la bulería

Y así, poco a poco, la democracia se va encanijando tanto que, al final, habrá que meterla en un tarro con formol para que las nuevas generaciones puedan redescubrirla mientras visitan algún museo de Ciencias Políticas



Perder unas elecciones por correo debe ser lo más parecido a que te dejen por whatsapp. Un palo para el currículum. Vender la derrota por fascículos tampoco parece la idea más boyante. Tonifica la sospecha. Y aunque ya sabemos que la slow motion forma parte de la liturgia melodramática, gana el más teatrero, y ahí Trump es el número uno. Ha hecho de la Casa Blanca su plató televisivo, muy al estilo de Berlusconi en su día, otro macho alfa, capaz de seducir a la audiencia con una sobredosis de reality. En poco más de tres años, según The Washington Post, Trump ha lanzado más de 20.000 bulos, sin embargo, aunque pierda la presidencia (y a falta de datos oficiales), podría haber obtenido casi diez millones más de votos que en 2016. Conclusión a pie de urna: mentir en política sale rentable.

Precisamente, para evitar que cunda la trola, aquí el gobierno, como Telecinco, apuesta por el polígrafo. Lo acaba de publicar en el BOE, que es El Mundo Today de los notarios. Básicamente, de lo que se trata, por lo que dicen, es de desenmascarar cualquier injerencia rusa. O prima hermana. Para conseguirlo se crea un comité de expertos, con todo lo que eso significa, arbitraje casero y cabreo en la grada. El problema de fondo radica en saber para qué se utilizará el invento cuando ya no quede ni un Iván Drago para pasar por la picota, ¿se acabará el Deluxe? A falta de profesionales independientes y PCR homologadas, cualquiera puede ser un ruso asintomático. Por eso la derecha, que nunca ha oído hablar de censura o Ley Mordaza, está que trina. Hay concejales leyendo a Orwell a toda pastilla por si toca citar algo sobre el Ministerio de la Verdad en alguna emisora de barrio. 

El lío, por si no lo recuerdan, comenzó con una pregunta trampa del CIS: "¿Cree usted que en estos momentos habría  que prohibir la difusión de bulos e informaciones engañosas y poco fundamentadas por las redes y los medios de comunicación sociales, remitiendo toda la información sobre la pandemia a fuentes oficiales, o cree que hay que mantener libertad total para la difusión de noticias e informaciones?" El 66,7% de los encuestados dijo sí a no se sabe qué. Ahora toca apechugar por ir de listos. Y así, poco a poco, la democracia se va encanijando tanto que, al final, habrá que meterla en un tarro con formol para que las nuevas generaciones puedan redescubrirla mientras visitan algún museo de Ciencias Políticas.



1 comentario:

  1. De los políticos hace tiempo que no espero nada más que no nos toquen las p..., y no sirven ni para eso. Es que hay que ser cínicos, el 99% de los bulos de las redes tienen su origen en los partidos políticos o en sus medios, profetas y fieles afines. Estoy harto de ver vídeos "escandalosos" que prueban lo perversos, ignorantes y desalmados que son los seguidores de la facción política contraria. Y los adoradores de cada bando, todos hacen lo mismo, dan likes a los bulos de los suyos y denuncian la falsedad de los bulos de los contrarios. Hace unos años, el PP aprobó la ley mordaza, bien denunciada por la facción de izquierdas. Años después, el gobierno de izquierdas no solo no la ha derogado sino que le ha sacado un buen provecho. Este "comité de la verdad", por su parte, también lo intentó el PP en su momento, con el rechazo de la izquierda. Ahora es la izquierda la que lo instala, y de aquí a unos años, la derecha sacará partido del mismo.
    En fin, una piedra más en la creación de sistemas para que las masas estén bien controladitas, al menos las rivales. Y así vamos, creyendo que los políticos afines son los buenos, y los otros los malos. Y ellos riéndose y enriqueciéndose a costa de sus fieles.
    ¡Buen artículo!

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