Cada generación es el vivo retrato de sus pantallas. Así se descarga la última versión disponible del narcisismo punto cero
Tarde o temprano, a todo padre con ADSL le llega el momento de afrontar la fatídica charla con su hijo: "¡Papá, quiero ser cocinero!". Y de repente uno ve pasar la vida por delante en formato Cinexin. "¡Con todo el pastón que hemos invertido en chándals de colegios concertados!". Si ya era difícil decidirse entre ciencias o letras, ahora se suman Idol Kids, Masterchef Junior o la cantera del Rayo. Antes, con menos canales, el destino era un poco más monótono. Los niños querían ser exploradores como Miguel de la Quadra-Salcedo. Pero eso ya no se lleva. Lo que toca en este momento es ser la nueva Dulceida o abrir el próximo Celler de Can Roca. Diríamos que los jóvenes se han desenganchado de los cromos Panini para caer en las garras de las estrellas Michelin. Siempre que haya una cámara de por medio, claro. Nada de comenzar desde abajo, de friegaplatos en La Tapilla Sixtina. Eso no tiene glamur.
Cada generación es el vivo retrato de sus pantallas. Así se descarga la última versión disponible del narcisismo punto cero. Viene a cuento porque Alaska, icono de la Movida, sustituye a Concha Velasco, ex chica ye-ye, en Cine de Barrio. Y de ese modo, sin citación previa, van cayendo los años. O las temporadas. Más allá de las pandemias. Lo que sabemos sobre la relatividad del tiempo es una secuencia de musas rescatadas del olvido para camuflar una fuga como en Cadena perpetua o dar nombre a un equipo de fútbol-7. Ha ocurrido en Sevilla, donde unos amigos han bautizado a su dream team en honor a Sabrina Salerno, aquella cantante italiana que se hizo famosa cuando enseñar un pezón era la mejor manera de estrenar el año.
Pero también sirve de ejemplo que un actor de Los Serrano, patrimonio nacional, Antonio Resines para más señas, se cuele en pleno telediario, frente a una oficina de la Seguridad Social, para denunciar el colapso que sufre el sistema. Es la mejor muestra de que "la Seguridad Social ignora a todos los ciudadanos por igual", escribe Sergio del Molino. En La Ser, Manuel Jabois recupera una cita de Borges: "No nos une el amor sino el espanto"... Y Las chicas de la Cruz Roja.
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