De Fuenteovejuna a Mauthausen

Resulta paradójico que en una época con 'revivals' de todo tipo, que denotan el colapso ideológico en que vivimos, la memoria histórica esté relegada solo por su potente fórmula con oxígeno activo 'quitanostalgias'



Llama la atención que durante 68 años la despensa del Registro Civil Central, en la madrileña calle de la Montera, haya acogido a 4.427 muertos sin que nadie haya notado ni una pizca de mal olor (1). Desde luego, dice muy poco de nuestro olfato democrático. Y es que hay quien ve a un historiador y desenfunda un crucifijo. No hace falta ser Sherlock Holmes para saber que quien no quiere que le toquen los archivos es porque tiene cuentas pendientes con el Ministerio del Tiempo. Resulta paradójico que en una época con revivals de todo tipo, que denotan el colapso ideológico en que vivimos, la memoria histórica esté relegada solo por su potente fórmula con oxígeno activo quitanostalgias. Es de una justicia terrible y poética que la lista con los nombres de los españoles que murieron en los campos de concentración nazis, publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado (a partir de ahora deberá corregirse y ampliarse), comience por Olegario Aba García, nacido, como el grito contra el abuso de poder de Lope, en Fuente Obejuna.

(1) https://www.eldiario.es/sociedad/BOE-publica-espanoles-fallecidos-concentracion_0_929507112.html#documento

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