Cuando el dinero se desorienta, cualquier posguerra es posible
Cuando CuĂ©ntame llegue a 2020, allĂ por el 2038, si es que Hacienda lo permite, y un hijo o un sobrino nieto nos pregunte quĂ© hacĂamos nosotros durante la pandemia, podremos decir orgullosos que nos encerramos en casa por falta de Biodramina para las curvas. No me mal interpreten, yo estoy in love con mi pizza Tarradellas y la campaña YoMeQuedoEnCasa, pero tampoco me considero TarzĂ¡n por concursar cada tarde en el aplausĂ³metro o colgar de la barandilla una sĂ¡bana con un mensaje sĂºper cuqui. Quiero decir que cuando la cosa se pone chunga, aflora el mejor ERTE de cada empresa. Ya hay balcones que han vuelto a la InquisiciĂ³n (4), terrazas desde las que se practica la vigilancia extrema, y eso que todavĂa no se ha endurecido el confinamiento, que debe ser algo asĂ como que el gobierno decrete que solo pueden pisar la calle los propietarios de hurones.
Esta misma semana, en La LĂnea de la ConcepciĂ³n recibieron a pedradas a los 28 ancianos enfermos que habĂan sido desalojados de su residencia insalubre. Ya sĂ© que son los cuatro cafres de siempre, los mismos que atacan centros de acogida de menores o patean a refugiados sirios, pero, precisamente, por eso hay que aislarlos antes de que se vuelvan virales. Y no vale con minimizar el asunto, se empieza por decir que esto no es mĂ¡s que una gripe y se acaba comprando, en el mercado oscuro, una partida de mĂ¡s de medio millĂ³n de tests que resultan ser un timo.
Lo que estĂ¡ claro a esta hora es que el coronavirus ha sido el mayor baño de realidad que ha conocido el hombre desde la ducha pajillera de Kevin Spacey en American Beauty. A la espera de que por fin llegue el manĂ¡ sanitario, ya hay mĂ¡s de una rotonda reservada para que el artista de turno simbolice en un monumento, previo pago, un homenaje a las vĂctimas, rotulado: Murieron con las batas puestas. AsĂ se arreglan aquĂ las cosas. Mientras nosotros, el resto, jugamos a ser Eva Nasarre y vemos en pantalla plana, que duele menos, cĂ³mo "el ejĂ©rcito traslada difuntos a las morgues en camiones militares para convertirlos en piras de una vergĂ¼enza colectiva que corre el riesgo de infectarnos", tal y como denuncia el escritor David Vicente (6).
HarĂ¡ falta mucho Ceregumil para que despuĂ©s de todo esto, cuando vuelvan las oscuras golondrinas, no caigamos en lo de siempre, aquello que ya dibujĂ³ El Roto hace unos años en una de sus viñetas: "¡Os bajaremos los sueldos, os quitaremos derechos, nos llevaremos la pasta, y ademĂ¡s nos votarĂ©is!".
(1) https://www.lavanguardia.com/vida/20200326/48102561466/paises-restricciones-espanoles-coronavirus.html
(2) https://www.lavanguardia.com/internacional/20200325/4888890753/sacerdote-estados-unidos-maryland-coronavirus-confesion.html
(3) https://www.publico.es/sociedad/crisis-coronavirus-opus-dei-pide-fieles-no-asistan-misas-online-pijama.html
(4) https://blogs.elconfidencial.com/sociedad/espana-is-not-spain/2020-03-26/soviet-balcon-paranoia-coronavirus-redes-sociales-twitter-linchamiento_2519891/
(5) https://www.elmundo.es/andalucia/2020/03/25/5e7b8df5fdddff4a9b8b45c9.html
(6) https://www.zendalibros.com/no-seremos-mejores/
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