Hace rato que el independentismo y la derecha viven de sus matrimoniadas, como un tributo a Pimpinela, aquellos hermanos que se forraron a base de broncas discográficas
Ya estamos otra vez con el dichoso relato. Cuánto asesor postulando al concurso de redacción de Coca-Cola. Como los padres no dan abasto y las teles públicas están sin presupuesto, ahora son los políticos los que se disfrazan de Casimiro para dormirnos con su nana más estridente. La detención y el encarcelamiento de siete personas (dos han quedado en libertad con cargos) supuestamente vinculadas a un sector de los CDR con pasión por el Quimicefa, es la excusa que necesitaban los bandos para volver al pressing catch dialéctico. Si en 2006 Juanes cantó en la Eurocámara, ya va siendo hora que el Parlament acoja un acústico de Daddy Yankee con su dame más gasolina... Es lo que tiene cruzar patriotismo y pirotecnia. Para comprender lo que ha dado de sí la Operación Judas, diremos que ya tiene entrada en la Wikipedia. De vez en cuando sería oportuno que algunos procedimientos no parecieran un spin-off de Los Hombres de Paco. A día de hoy, gobernar Cataluña consiste, sobre todo, en malinterpretar mucho a Thoreu y tener siempre a punto una pancarta de recambio para el balcón de la Generalitat.
"Hace tiempo que no existe separación de poderes en España", denuncia Francisco Franco, nieto del dictador, en una entrevista en El Mundo que no tiene desperdicio (1). Ojo, no es que se haya vuelto independentista. Se refiere a la exhumación del Valle de los Caídos, avalada por unanimidad en el Tribunal Supremo. No es la primera vez que la derecha y el independentismo coinciden en algo. Los nacionalismos, vengan de donde vengan, presentan siempre las mismas neuras. Ya votaron en bloque, por ejemplo, contra los presupuestos de 2019, los más sociales de los últimos años, conformando esa extraña pareja que saca pecho de sus matrimoniadas como un tributo a Pimpinela, los hermanos que se forraron a base de broncas discográficas.
Dijo Salustio, historiador romano y consejero de Julio César, que muy pocos hombres quieren la libertad, "la mayoría no buscan más que buenos amos". Treinta años después de Sexo, mentiras y cintas de vídeo, vuelve Steven Soderbergh con una película sobre los Papeles de Panamá y un titular bajo el brazo: "El poder destructivo de un único gilipollas es más poderoso que el de mil personas inteligentes juntas"(2) . Que cada palo aguante su vela.
(1) https://www.elmundo.es/espana/2019/09/26/5d8bc3c9fc6c8362138b462f.html
(2) https://www.elmundo.es/cultura/cine/2019/09/27/5d8d0936fdddffc4118b46a3.html
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