Lo polĂticamente correcto está por deslenguarnos. Cualquier palabreja provoca una intolerancia auditiva. Por este camino, en breve, volvemos al cine mudo
No hubo sorpresas. La gala de OT fue lo que se esperaba: un exorcismo superfluo. BastĂł con que Miki y MarĂa saltaran al escenario para interpretar con indignaciĂłn de acelga QuĂ©date en Madrid, la canciĂłn del disco Descanso dominical de Mecano, y soltaran el fatĂdico taco, quiero decir "mariconez", perdĂłn se me ha escapado, para que la grada prendiera como una sola hormona adolescente, al grito de: "¡Estupidez, estupidez!", que es el sucedáneo que preferĂan los beatos, como si los que somos estĂşpidos no tuviĂ©ramos derecho a ofendernos. Visto lo visto, solo cabe esperar que a Gestmusic no le dĂ© nunca por escoger un tema de Siniestro Total, por poner un ejemplo, si no quiere provocar una epilepsia cursi como la que sufrieron los japoneses con los PokĂ©mon.
A principios de 2003, cuando la criatura echaba a andar, Francisco Umbral escribĂa: "OperaciĂłn Triunfo nos da muchos triunfitos y triunfitas, pero no da cantautores. El cantautor pertenecĂa a una Ă©poca en que cada hombre sabĂa luchar por su propia democracia y los que tenĂan una guitarra nos decĂan con mĂşsica y palabra doliente la tiranĂa del mundo y su sueño de libertad (...). La invasiĂłn de los triunfitos y la ausencia de los cantautores supone algo más que un fenĂłmeno musical. Los triunfitos están fabricados en serie como los detergentes de oferta, mientras que un cantautor era un hombre solo que tenĂa detrás una filosofĂa, una cultura, una actitud, una polĂtica, una conducta y un carisma callejero"(1).
Para culminar el repertorio, lo de la directora de la Academia, Noemi Galera, encumbrando a los chavales como Ădolos de una generaciĂłn que jerarquiza la palabrota en funciĂłn de la audiencia, fue de juzgado. No basta con darle un agua al diccionario para salvar al planeta del cambio climático. Lo avisĂł Octavio Paz: "Cuando una sociedad se gangrena lo primero que se corrompe es el lenguaje". Y aquĂ llevamos demasiado tiempo jugando al Scattergories.
(1) http://www.fundacionfranciscoumbral.es/articulo.php?id=4679
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