El precio justo

Ayer murieron 404 personas. Ni una más ni una menos. Pero tenemos tal borrachera de números que no sabemos si con esa tasa de mortandad en sangre se puede seguir conduciendo o es mejor quedarse a dormir la mona



La mayoría de concursos tienen un apartado donde hay que acertar una cifra sin pasarse. El precio, la edad, el año de la Revolución Francesa o la caída del Imperio Romano. En el fondo, y muy probablemente en la forma, todos somos un puñado de fechas, con sus unidades, decenas, centenas, unidades de millar..., en fin, como un décimo de la ONCEpor eso es tan importante no caer en la ludopatía estadística. Ayer murieron, víctimas del coronavirus, según datos oficiales, 404 personas en España. Ni una más ni una menos. Pero tenemos tal borrachera de números que no sabemos si con esa tasa de mortandad en sangre se puede seguir conduciendo o es mejor quedarse a dormir la mona. 

La actualidad no puede convertirse en una subasta. Lo que nos vendieron por transparencia, no tenía nada que ver con todo este masoquismo matemático. Y lo mismo ocurre con las palabras, despojadas de cualquier criterio, ahí tienen curva, ola o exiliado. Bastaría con que uno solo de esos muertos fuera de los nuestros para entender que esto no es un cuento de Netflixpero mientras vayan cayendo los otros, los que no son familia ni amigos, es decir, los números sin carne y hueso, se irán sucediendo los botellones, los alcaldes que se vacunan por el morro y los youtubers que se piran a Andorra porque no quieren dejar propina. 

Ayer, repito, murieron 404 personas, y suena a error informático, sí, a página que no se carga, será porque como dice David Trueba, con todo este derroche de datos, no estamos más informados; estamos, simplemente, distraídos. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Instagram