Cansados de microondas, asoma una nostalgia de cuchara en el velo del paladar. La cocina de la abuela frente a la esferificación del chef televisivo
Venezuela se apaga. Fundido a negro. Otro rato de vida a tientas. "Los sueños se cumplen", reza el cartel de la Lucchis Model International Agency, "todo un símbolo de distinción en una de las zonas más pudientes de Caracas", según explica Abel Gilbert en El Periódico (1). "La industria de las misses aguanta el tipo a pesar de que las escuelas de modelos cuestan seis veces el salario mínimo", añade. En las favelas crecen futbolistas y en la revolución bolivariana, flores de loto. Cada miseria tiene sus festivos.
Llevado al extremo, a la punta de la metáfora, lo que le ocurre al país de Maduro, ese fuego fatuo, no es más que un trastorno contemporáneo exportable a cualquier otro rincón del mundo. Oscurantismo y cirugía estética. "Según uno de los últimos informes de la Organización Internacional del Trabajo -que este año cumple su primer centenario-, se está reduciendo el paro en el planeta, pero no mejora la calidad del empleo", tal y como apunta en El País Joaquín Estefanía (2). "Más del 60% de la población mundial pertenece a la economía sumergida, a menudo en actividades de mera subsistencia debido a la falta de oportunidades de empleo en el sector formal y, también, con problemas graves para beneficiarse de los capítulos que componen el estado de bienestar. Una de cada cinco personas menores de 25 años ni trabaja ni estudia ni recibe formación alguna".
La estampa es perfecta para el éxito de una recopilación de platos castizos. Cansados de microondas, asoma una nostalgia de cuchara en el velo del paladar. La cocina de la abuela frente a la esferificación del chef televisivo. En Tiempo de magos, Wolfram Eilenberger reflexiona sobre la década que va de 1919 a 1929, "en la que, bajo los efectos del horror bélico, varios filósofos centroeuropeos (representados por Heidegger, Wittgenstein, Walter Benjamin y Ernst Cassirer) quisieron cambiar de forma radical los sistemas de pensamiento", traumatizados por la barbarie e inspirados en un temor apocalíptico. "Los redentores de Europa conforman una larga estirpe de gente peligrosa", recuerda Enric González (3). "Intelectualmente, somos hijos y nietos de esa gente asustada", remata.
Armagedón y Gatopardo, en palabras de Álvaro Guzmán, compartiendo photocall antes del último número de desilusionismo.
(1) https://www.elperiodico.com/es/mas-periodico/20190309/la-industria-de-las-misses-aguanta-el-tipo-en-venezuela-7340604
(2) https://elpais.com/elpais/2019/03/07/ideas/1551982378_130567.html
(3) https://elpais.com/elpais/2019/03/07/ideas/1551986561_742484.html
(4) https://elpais.com/internacional/2019/03/09/actualidad/1552134769_244701.html
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