Más de veinte años después, la televisiva generación X sigue tratando de despejar la incógnita de su existencia
Se nos ha ido el hashtag de las manos. La periodista Eliane Brum cuenta en El País que Jair Bolsonaro, como otros políticos barra influencers, gobierna Brasil desde Twitter, improvisando cada decisión según el aplausómetro de sus seguidores (1). Para promocionar su libro Latín lovers, durante una entrevista en El Mundo, el Doctor en Filología Clásica Emilio del Río suelta como reclamo que "Séneca era un tío que tenía pensamiento tuitero"(2). En un macroestudio sobre redes sociales, el matemático y experto en tecnología Ronen Ben Hador asegura que los virales se difunden siguiendo los mismos patrones que los virus al replicarse. Se requieren entre ocho y doce horas para alcanzar el máximo de popularidad o virulencia (3).
Bien lo sabe el joven portero vasco del Chelsea Kepa Arrizabalaga. Saltó a la palestra tras negarse a ser sustituido en la final de Copa de la Liga inglesa que su equipo acabó perdiendo frente al City. Viendo el revuelo que se había montado, el guardameta quiso explicarse a través de su cuenta oficial, pero no hizo más que volver a liarla, esta vez, por culpa de la ortografía, sumándose a un nutrido elenco de estrellas, que van de Alejandro Sanz a Froilán pasando por Kiko Rivera, propensos a la errata (4).
En su columna Asnos bilingües, Juan Manuel De Prada achaca buena parte del deterioro al esplendor del inglés en las escuelas, producto de la "admiración palurda que nuestra clase política profesa a todo lo que huela a anglosajón"(5), con el beneplácito de los padres, por supuesto, capaces de vender su alma al Brexit con tal de criar al futuro CEO de una multinacional.
Es la morralla de una actualidad juiciosamente procesada, donde todo es crisis blanca o minuto de silencio por Luke Perry, Dylan en Sensación de vivir, la serie noventera por antonomasia, algo así como Los ricos también lloran en versión californiana. Nunca un código postal, con permiso del de Santa Claus, dio para tanto. Sin ir más lejos, en la vida real, por las clases de aquel mítico instituto de Berverly Hills pasó ni más ni menos que Monica Lewinsky. Más de veinte años después, la televisiva generación equis sigue tratando de despejar la incógnita de su existencia.
(1) https://elpais.com/elpais/2019/03/05/opinion/1551794221_555348.html
(2) https://www.elmundo.es/papel/cultura/2019/03/06/5c7e5537fc6c83c7408b45fc.html
(3) https://www.abc.es/tecnologia/informatica/software/abci-razon-oculta-noticia-hace-viral-201903060135_noticia.html
(4) https://www.vozpopuli.com/altavoz/cultura/tildes-ortografia-profesores-alejandrosanz-kikorivera_0_1223278044.html
(5) https://www.xlsemanal.com/firmas/20190304/asnos-bilingues-juan-manuel-prada.html
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