Paisaje con gota fría

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Así están las isóbaras, entre una tragedia de Esquilo y el humor absurdo de Faemino y Cansado



Somos la envidia de las democracias, convocamos elecciones como quien monta una gala de Gran Hermano. Europa entera nos mira para empaparse bien de nuestro tiquitaca. Estábamos tan apolillados de Sindicato Vertical que ahora somos adictos al televoto. Hay en los nuevos políticos, los actuales, los postcasta, un deje de reality, de expulsado con muletilla, ya saben, en la Moncloa "todo se magnífica". Si 20 años de GH han bastado para convertir a los concursantes en expertos de la pantomima (1), 40 de democracia dan para un Manual de resistencia. A la telerrealidad, como a la política, ya solo se alistan los malos actores, sobreactuados hasta el disparate del negocio, una caricatura social como un episodio de La que se avecina. 

 Este otoño, por desgracia, las farolas volverán a cargar con la cruz de semejante narcisismo. Otra vez los lemas de cartón y las jetas alucinógenas de unos candidatos micológicos que "prefieren las encuestas a los votantes", tal y como describe Antonio Lucas en El Mundo. "Y así no hay política que valga" porque "las encuestas son sentimentales y los sentimientos, bien lo advirtió Juan Ramón Jiménez, suelen ser una cuestión atmosférica"(2). Así están las isóbaras, entre una tragedia de Esquilo y el humor absurdo de Faemino y Cansado.

 "El problema no es que nos embargue el pesimismo, sino que se nos muere la esperanza", apunta Màrius Carol, director de La Vanguardia (3). De tanto sábado de reflexión y de tanto colegio abierto en domingo, el finde está perdiendo quilates de sosiego. Si no fuera porque a estas alturas ya sabemos de sobras que las abstenciones favorecen al matón del patio, dan ganas, llegada la hora y la fecha exacta, el próximo 10 de noviembre, de cambiar de canal y echar la bilis, por ejemplo, con el minuto y resultado de un vibrante Albacete-Lugo de la jornada 15 de la Segunda División.

 Por sacarle un poco de punta a la moviola, por hacer más potable todo este VAR legislativo, Jordi Évole propone un troleo como Dios manda: que votemos todos lo mismo que el pasado 28 de abril, para que salgan exactamente los mismos resultados (4), no porque se lo merezcan, sino para que entiendan de una vez por todas lo que significa la soberanía del pueblo. Y si alguno sigue sin "verlo claro"(5), que pida cita al oculista, el de la Seguridad Social como todo Cristo, y conozca de primera mano lo que es tener a un país en cueros desde hace años.

(1) https://www.elperiodico.com/es/yotele/20190916/gran-hermano-20-anos-evolucion-formato-7636782
(2) https://www.elmundo.es/opinion/2019/09/20/5d83ac44fdddff788e8b4608.html
(3) https://www.lavanguardia.com/opinion/20190916/47411189445/el-viaje-a-ninguna-parte.html
(4) https://www.lavanguardia.com/opinion/20190914/47327378135/perderse-momentos-historicos.html
(5) https://elpais.com/elpais/2019/09/19/ideas/1568909746_088592.html

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