miércoles, 29 de abril de 2020

La tentación vive arriba

Los patafísicos hablan de autarquía, una nueva generación de cazadores recolectores con iPhone que buscan alimento de basura en basura



Desde ayer, ya está a la venta, solo para PlayStation, el "Plan para la transición hacia una nueva normalidad". Cuatro pantallas superando bichitos, con posibilidad de jugar la partida en modo multiprovincia, y que incluye, además, foro para compartir bulos entre comunidades autónomas. Hay títulos en el Siglo de Oro con menos puntilla. Ni un centímetro a la imaginación. Literatura explícita para salvar la falta de diálogos. Dos rombos de placer adulto en busca de esa "nueva normalidad". A saber: túneles de ozono para oficinistas; chequeo médico a las puertas de Calzedonia antes de probarse unos leggins y macrofestival de la mampara. En breve, veremos a más de uno, con morriña, quebrantar la condicional para retomar el confinamiento. El pseudorunner siempre vuelve al pasillo del crimen. De hecho, ya hay familias que se preparan para un maratón de posguerra. Micropisos que han reservado el cuarto de invitados para montar un taller clandestino de mascarillas de lujo, engarzadas con piedras preciosas, para mujeres de futbolistas. El problema es el aforo. Si antes apenas cabía una persona estrecha de hombros, ahora, con la nueva normativa, cuesta meter a currar a más de dos airgamboys en cuclillas. 

Los patafísicos hablan de desglobalización, algo así como una fiesta sin presupuesto para globos. Una vuelta, a veces bienintencionada, otras no tanto, al kilómetro cero y a la autarquía, que, en manos de cuatro desaprensivos, puede acabar en una economía rupestre de trabajadores en taparrabos sacrificando cabras para conseguir un préstamo. Una nueva generación de cazadores recolectores con iPhone que buscan alimento de basura en basura. El filósofo Santiago Alba Rico apunta: "Si algo caracterizaba a nuestras sociedades occidentales es que sus habitantes, más que compartir la realidad de la mortalidad, compartían la ilusión de la inmortalidad"(1). Chris Ware, el autor de la icónica portada del The New Yorker en homenaje a los sanitarios, concluye: "No soy el único que se pregunta si la humanidad no será el virus, y el virus el anticuerpo de la Tierra"(2).


(1) https://ctxt.es/es/20200401/Firmas/32035/Santiago-Alba-Rico-coronavirus-tentacion-confinamiento-capitalismo.htm
(2) https://www.abc.es/cultura/libros/abci-chris-ware-no-unico-pregunta-si-humanidad-no-sera-virus-y-virus-anticuerpo-tierra-202004260143_noticia.html






domingo, 26 de abril de 2020

Del señor de las moscas a Breaking Bad (Historia de una desescalada)

Hoy, fiesta infantil del desconfinamiento. Niños paseando a padres con zoomdependencia, tratando de explicarles por qué los bares todavía no están abiertos



Hoy, fiesta infantil del desconfinamiento. Mascarilla de los domingos y guantes nuevos. Hay familias que han gastado el carrete entero del iPhone inmortalizando el momento. Como la comunión, pero sin yayos. Con el peligro añadido de cruzarse por la Gran Vía con un zombi de Walking dead, según los montajes de VOX. Demasiado catecismo para sesenta minutos. Niños paseando a adultos con zoomdependencia, tratando de explicarles por qué los bares todavía no están abiertos. Criaturas serias, como funcionarios de prisiones, que han madurado lo que no está escrito, a fuerza de aguantar las pataletas de sus padres contra el gobierno bolchevique. Preadolescentes que han entendido que para llegar a presidente de una superpotencia hay que decir cosas como que el coronavirus se cura con una inyección de lejía. O algo parecido. Porque lo que está en juego, ni más ni menos, es el derecho a la desinformación de toda república bananera. Menores de catorce años que ya saben que la riqueza se calcula en metros cuadrados. Y que una pandemia lo mismo sirve para bailar una cumbia que para graduarse en Filosofía Clásica por la Universidad de Pensilvania. En fin, jóvenes con el futuro destartalado que ya piensan en abrir una farmacéutica para especular. 



jueves, 23 de abril de 2020

Parásitos

A los de la Virgen del Puño, el ingreso mínimo para familias vulnerables les suena a cine surcoreano sin subtítulos. Creen que con 500 euros, cualquiera puede hacer acopio de Ferreros Rocher por si en el próximo confinamiento toca montar una pijama party con los colegas del paro  



No sé qué me está pasando, será la falta de melatonina o el atracón de fútbol retro, pero al final me he enganchado a las ruedas de prensa que da el gobierno. Fue el pasado sábado, durante el monólogo de Pedro Sánchez y su ya famoso: Bienvenido a la desescalada independiente de mi casa. Sé que llego tarde, van por la quinta temporada, según me cuentan los seriófilos, pero vistas del tirón (sofá, mantita y maratón de comparecencias) son un planazo. Desde La Hora de Bill Cosby, no me reía tanto. Que si hemos comprado 27.000 Satisfyer que no succionan; que si hay un contubernio facha-masónico; que si es triste pedir likes pero más triste es robarlos... Como un especial de José Mota, pero escrito por un guardia civil de Puertollano fan de Bob Esponja. Con la troupe saludando: Heil Gila. Hay políticos que todavía no han entendido que el lujo de una democracia no es votar a Teruel Existe, que también, sino criticar a quien gobierna sin acabar en el calabozo. Lo avisa Josep Ramoneda: "Cuidado con los derechos: se sabe cuando se pierden, pero nunca cuándo se recuperarán"(1).

Por si fuera poco, también hay coñistas del otro lado del Pisuerga. Ya habrán escuchado ustedes el reguetón ese de Dame la paguita. Si hace unos días, el Fondo Monetario Internacional anunciaba el apocalipsis zombi de la economía española, ahora el Banco de España, con gafas de sol y capucha, estilo Piqué en el PokerStars, dobla la apuesta. Pero ni con esas. A los de la Virgen del Puño, el ingreso mínimo para familias vulnerables les suena a cine surcoreano sin subtítulos. Creen que con 500 euros, cualquiera puede hacer acopio de Ferreros Rocher por si en el próximo confinamiento toca montar una pijama party con los colegas del paro. Hace tiempo que el ascensor social se estropeó en el entresuelo. Ahora le llaman distanciamiento, en las crisis todo se rebautiza, pero es la diferencia de clases de toda la vida. Villarriba y Villabajo. Y no hay milagro económico que lo solucione. Otra cosa es ayudar a un empresario del IBEX. Ahí, felices los cuatro: la Bolsa, la patria, Cofidis y el paraíso fiscal de turno. En la misma línea, los obispos. Subsidio, sí; pero solo un rato. No me toquen a los pobres. La limosna civil es una equis menos en la casilla de la iglesia. O algo parecido. No domino la nueva gramática del arameo. 

Enric González lo deja claro en El País: "En circunstancias como estas, lo evidente se hace aún más evidente. Por ejemplo, que dependemos absolutamente de quien trabaja tras un volante o ante una caja, de quien reparte sobre dos ruedas, de quien friega los suelos, de quien nos atiende en el hospital: dependemos de personas mal pagadas, con empleos precarios, víctimas predilectas de quienes recortan presupuestos y derechos laborales"(2)Dicen los expertos que lo que estamos viviendo es un ensayo general del futuro, pero si esto es lo que nos espera, yo no me suscribo. Prefiero, en honor al Día Mundial de Los Simpson, suplicar como lo haría Homer"Sabes que no soy aficionado a rezar, pero si estás ahí arriba, sálvame Superman"(3).


(1) https://elpais.com/elpais/2020/04/22/opinion/1587554208_782263.html
(2) https://elpais.com/ideas/2020-04-17/la-punalada.html
(3) https://www.lavanguardia.com/cribeo/fast-news/20200418/48569903636/mejores-frases-nos-han-dejado-simpsons-largo-historia-dia-mundial.html

sábado, 18 de abril de 2020

Alicia en el país de los bulos

Llevamos un mes de convento y ya sabemos de qué mascarilla cojea cada uno



Hay quien no puede ver a un muerto sin maquillar. Esa palidez como de figura de cera que se ha pasado toda la noche de after. Un poco de corrector al menos. Ya saben: sombra aquí, sombra allá... Ocurre, sobre todo, cuando el que expira dormía en el micropiso de enfrente, porque entonces se sabe que la Muerte ha rondado el vecindario, saltándose, incluso, la cuarentena, y eso da más yuyu que una banda albano-kosovar haciendo butrones. Por eso, para no colapsar la centralita de Securitas Direct, se prefiere la cifra neutra, que hace del duelo una quinoa más digerible. 

Como siempre, toda desgracia corre el riesgo de convertirse en un espectáculo gore. África tiene el copyright. Se llama sensacionalismo y vive como un chupóptero con tarjeta black gracias a nuestra propensión al morbo. Pero eso no debería ser suficiente para que un gobierno pase por el túrmix demoscópico el derecho a la libertad de información. Por ir traduciendo, como escribe Juan Soto Ivars, del "maquiavélico al castellano (1)": El 66,7% de los españoles, según el CIS, está dispuesto a volver al NO-DO. Eso se desprende, al menos, de la respuesta a una de las consultas del último barómetro: "¿Cree usted que en estos momentos habría que prohibir la difusión de bulos e informaciones engañosas y poco fundamentadas por las redes y los medios de comunicación social, remitiendo toda la información sobre la pandemia a fuentes oficiales, o cree que hay que mantener libertad total para la difusión de noticias e informaciones?(1)

Desde un punto de vista meramente sintáctico, la pregunta roza lo delictivo. Un suspenso generalizado en PISA. Otra chapuza que viene a desmontar toda la propaganda esa de que de esta crisis saldremos más fotogénicos. Con la excusa de atajar las fakes (le salen muy caras al contribuidor, por cada tuit de VOX se necesita un polígrafo homologado) quien acaba recibiendo es el periodismo que no comulga con ruedas de molino. El sueño erótico de cualquier político: censura por televoto. Suerte del PP, que ha defendido como nunca la libertad de prensa. ¿Y la Ley Mordaza? Mire usted, una mala legislatura la tiene cualquiera. Será una nueva cepa del virus, que hace jugar al centroderecha a pierna cambiada. Llevamos un mes de convento y ya sabemos de qué mascarilla cojea cada uno. Así que ya estamos listos para bajar al mismo barro de siempre. Solo nos falta volver a toser otra vez humo. La contaminación será nuestro santo y seña. Cleopatra entrando en Roma en una cuadriga diésel. O como escribía el periodista Sergio C. Fanjul en su poemario para freelancers: "Y pasarán los años, y llegará la muerte y apagará el router".


(1) https://blogs.elconfidencial.com/sociedad/espana-is-not-spain/2020-04-16/cis-pregunta-limitar-redes-medios-bulos-verdad_2551640/ 
(2) https://elpais.com/espana/2020-04-15/el-cis-pregunta-si-hay-que-mantener-la-libertad-total-de-informacion-sobre-el-coronavirus.html

miércoles, 15 de abril de 2020

Doce años de esclavitud

Estas Navidades, váyanse olvidando, otra vez, del salmón ahumado y de las lonchas de Navidul en la cesta. Como mucho, un lote de gel hidroalcohólico y un termómetro de infrarrojos, de esos que apunta directamente a la tapa de los sesos como en una ruleta rusa



En toda pandemia hay un aguafiestas. Justo ahora que, como dice Xandru Fernández en Ctxt, "habíamos logrado aplanar la curva de las setenta mil reproducciones diarias del Resistiré"(1), viene el FMI, en plan pitonisa Lola, a ponernos dos velas negras, una en el PIB (se prevé una caída del 8%) y la otra en el paro, que puede rozar el 21%. Sí señor. Así se motiva al personal para volver al curro. Ríete tú del Cholo. El hostión puede ser terrorífico. De aquellos que repartía Chuck Norris cuando todavía era pelirrojo. La buena noticia es que el fantasma de la Gran Depresión se reconvierte en Cenicienta a partir de Nochevieja. En 2021, despelote. Las Bodas de Caná y charlestón por un tubo. Otro remake de pacotilla de El gran Gatsby

Es la doble moral que esconden todas las calculadoras. Las que ven la hucha medio llena y las que la ven medio vacía, algo así en teoría económica como una ensaladilla rusa servida por Ronald McDonaldTodo depende de quién da la rueda de prensa. Y de si hay, o no, edición facsímil de los Pactos de la Moncloa, que suenan a movida promovida y economía de destape, con mucha vedete suelta, como le gusta a Telecinco, que, para hacernos más llevadero el voto de castidad por la cuarentena, ha programado 50 sombras de Grey, la peli esa donde para echar un polvo hay que firmar más clausulas que para una hipoteca, lo que lleva a pensar que cada vez que entra en juego el sadomaso diplomático, alguien recibe una buena zurra. Y unos azotes molan para avivar la llama del sector privado, pero aquí llevamos sesión continua de Doce años de esclavitud desde 2008. 

Así que estas Navidades, váyanse olvidando, otra vez, del salmón ahumado y de las lonchas de Navidul en la cesta. Como mucho, un lote de gel hidroalcóholico y un termómetro de infrarrojos, de esos que apuntan directamente a la tapa de los sesos como en una ruleta rusa de una película de Cimino. Eso es lo que nos queda, por ahora, de lo que iba a ser la madre de todas las lecciones. Eso y un festival de anuncios donde los bancos parecen poco menos que Carmelitas Descalzos. Nos hemos pulido toda una pandemia jugando a ser YoutubersSi quieren volver a intentarlo: Insert coin.

Albertpelias lo resume en un tuit: "No creo que exista una definición más perfecta de capitalismo que no poder ir al entierro de tu abuela el viernes para no entrar en contacto con otras personas, y que el lunes te obliguen a ir a trabajar porque, con suerte, te van a dar una mascarilla"(3)Y para que el tiempo de descuento también pase en un plis plas, ahí va un trabalenguas: "El país está confinado, quién lo desconfinará, el desconfinador que lo desconfine..."


(1) https://ctxt.es/es/20200401/Firmas/31900/Xandru-Fernandez-cultura-youtube-ministerio-apagon-elites-fascismo.htm
(2) https://www.elperiodico.com/es/economia/20200414/fmi-previsiones-impacto-coronavirus-espana-gran-depresion-7927117
(3) https://twitter.com/albertpelias/status/1249271707082375169

sábado, 11 de abril de 2020

Sobre héroes y tumbas

Algún día, alguien deberá explicar qué hacían unos cuantos en la UE jugando a las subastitas de Sotheby's con material sanitario



Hoy, visita de cortesía al ultramarinos de la esquina. Aprovisionamiento de cuatro productos básicos: ajónjoli negro con sal de wasabi, vinagre de frambuesa, paté de huevas de merluza y un poco de alginato. Desde que me encargo de la intendencia de la tropa, la despensa parece el súper de MasterChef o una recreación a escala de la cocina de El Bulli. Hay tantas recetas en la red, que todos somos una especie de pequeñas esferificaciones de Saúl Craviotto. Toca hacer cola. Tiene su gracia agropoética que para comprar media docena de huevos haya que esperar lo mismo que para llevarse el último modelo de iPhone

Me obligan a ponerme unos guantes encima de los que llevo. Como no me fío de la chica que los reparte (calcetines sospechosos, ustedes ya me entienden, cualquiera puede ser un infiltrado asintomático), en cuanto llego a los tomates, me pongo otro par de esos de la fruta, y ya van tres. "No me siento los dedos", que dirá Stallone en Rambo 13. Para colmo, ¡no hay alginato! De vuelta, avituallamiento en otro supermercado gourmet de barrio. El mismo protocolo. Ya no sé cuántas manoplas llevo. Al llegar a casa, la tropa quiere una foto para el Insta. Me cruzan los brazos como a un portero de los cromos Panini en los años setenta. Parezco Ter Stegen, mientras pienso en toda esta forma insensata de pasar por el mundo sin dejar ni huella, como Kafka, pero sin su obra. Ya lo dijo Guardiola cuando abandonó el Barça, si seguimos así, vamos a acabar como el rosario de la aurora. Bueno, no con esas mismas palabras, pero es que el traductor de Google, aburrido, se ha metido a poeta. Para no tener que emigrar a Manchester, nosotros, como la mayoría de bídepos en cautividad, también estamos buscando áticos en Fotocasa por si repunta el coronavirus, de algo tenían que servir los 538.000 euros que teníamos debajo del colchón para pandemias imprevistas."¿Qué tal este, cari?" "No me acaba de convencer. No tiene heliopuerto".

De cara a la próxima semana, una noticia buena y otra mala. Como en una sitcom. La buena: a partir del martes, en Cataluña, el Govern repartirá mascarillas para todos. Así a lo loco, rollo surcoreano, como si fueran esteladas. ¡Y sin necesidad de Telegram! Dicen los farmacéuticos que va a ser un desfase. Como un concierto de los Gemeliers, pero a lo bestia. Es de esperar que el resto de comunidades, aunque solo sea por mimetismo federalista, también se suban a la noria. La mala: era una trola. Ahora dicen que la entrega se retrasa, mascarillada interruptus, un farol como casi todo en Ítaca (1)Algún día, alguien tendrá que explicar qué hacían unos cuantos en la UE (no confundir con Europa, ese es un concepto que les queda cuatro tallas grande) jugando a las subastitas de Sotheby's con material sanitario (2), mientras en otros lugares, Tailandia, por ejemplo, se vendían mascarillas en máquinas expendedoras como si fueran condones extrafinos o tabaco rubio (3). Verán luego, cuando creen adicción, que marrón para dejarlo.

¿Y en la Moncloa? A Dios prorrogando para no tener que llegar a los penaltis. Otra vez el miedo atávico a los cuartos de final que creíamos superado. Para explicar esta crisis, con todo eso de la curva, más que ministros o madelmans, se necesita un copiloto y un chupito de absentaQuiero decir que mientras media España está de velatorio, la otra media está viendo Disney Channel. Vamos, más o menos, lo de siempre desde Goya. El duelo a jamonazos que parodió Bigas Luna. Antes, por lo menos, teníamos Ben-Hur para devolvernos la esperanza. Aquello era justicia. Se llamaba fe y era como el Nuevo Testamento pero en cinemascope. Ahora, ni eso.

(1) https://www.lavanguardia.com/vida/20200411/48407666481/mascarillas-distribucion-cataluna-fechas-reparto-farmacias.html
(2) https://www.lavanguardia.com/internacional/20200409/48393753596/alemania-se-asegura-40-millones-mascarillas-china.html
(3) https://www.elperiodicodearagon.com/noticias/internacional/su-mascarilla-gracias-tailandia-instala-maquinas-expendedoras-covid-19_1417351.html








miércoles, 8 de abril de 2020

El bosque desanimado

A ver entonces, cuando nos den la condicional, cómo fingimos los orgasmos con los juguetitos de siempre, ya saben, el Balón de Oro, la porosidad de las rocas ígneas, el premio Formentor, la leche de soja o el Ministerio de Industria



A estas horas hay familias con agaporni, escondidas tras los quitamiedos, tratando de cruzar de madrugada Despeñaperros en un descuido de los rangers. Desde Doña Ruperta, en este país, somos mucho de apartamento en Torrevieja. En la Costa da Morte también hay retenciones de narcosubmarinos que llegan cargados hasta el periscopio de toneladas de FarmatintEntre los coronials se lleva el sexo con chándal y teñirse el pelo para burlar al Tío de la Guadaña. Si el Lute estudió Electricidad y Derecho en la cárcel, digo yo que con unos tutoriales, durante el confinamiento, seremos capaces, como mínimo, de hacernos unas mechas hawainas. Por cierto, si quieren reciclarse, entre las profesiones con más presente, CCC oferta el curso de Dj de balcón o el de corte y confección de mascarillas a distancia. 

En Rotterdam, donde se iba a celebrar el festival de Eurovision, han tenido que improvisar un hospital de campaña (1).Y unos médicos, en el Reino Unido, por falta de segunda equipación, se protegen con bolsas de basura (2). Y un ejército desinfecta los pasillos de un geriátrico como una cuadrilla de kellys. Y en el barrio de La Latina, en Madrid, unos vecinos no pueden ver las nubes tapados por una lona publicitaria que dice: "Un domingo de sol y Rastro es muy difícil de mejorar"(3). Y en la mayoría de casas con un solo baño, toca hacer turnos para usar el ordenador. Un replicante repipi, venido, pongamos que del lejano 2020, si no fuera porque ya estamos en el 2020, lo resumiría de esta guisa: "Yo he visto cosas que la inteligencia artificial jamás creería"Y eso que pensábamos que lo más triste que podía sucedernos en Semana Santa era que cayera una tormenta y tener que sacar con chubasquero a la Virgen de la Cueva. Lo que está claro es que necesitamos revisar la jerarquía de nuestros dramas. Estamos acumulando tantos minutos de silencio que cuando por fin vuelva la competición va a parecer que nos jugamos la vida a puerta cerrada. A ver entonces, cuando nos den la condicional, cómo fingimos los orgasmos con los juguetitos de siempre, ya saben, el Balón de Oro, la porosidad de las rocas ígneas, el premio Formentor, la leche de soja o el Ministerio de Industria.

Lo peor de las lecciones que se aprenden de carrerilla es que se olvidan pronto. Habrá que encenderle unas cuantas velas a Funes el memorioso para no acabar coreando, como el Orfeón Donostiarra, aquello que presagió Luis Eduardo Aute: "Presiento que tras la noche, vendrá la noche más larga"...


(1) https://www.elperiodico.com/es/yotele/20200404/eurovision-2020-coronavirus-rotterdam-hospital-7917142
(2) https://www.bbc.com/mundo/noticias-52173310
(3) https://elpais.com/espana/madrid/2020-04-06/de-cuarentena-tras-una-lona-publicitaria.html



sábado, 4 de abril de 2020

Desayuno con torrijas

Hoy desayunamos: media torrija, dos pestiños y 809 muertos. ¡Bingo! De la transparencia al empacho, hay otro centrifugado más de prensa. Así se va destiñendo el luto



Jornada 21. Mañana, domingo, aplauso-homenaje al Dúo Sacapuntas. ¿Cómo estaban las Urgencias? AbarrotásHoy desayunamos: media torrija, dos pestiños y 809 muertos. ¡Bingo! De la transparencia al empacho, hay otro centrifugado más de prensa. Así se va destiñendo el luto. Apunte: el Gobierno ha sabido conciliar el nuevo horario familiar de la España nini con las galas en directo. Vermú y parte de guerra. Martín Caparrós, que estos días publica Sinfín, avisa: "El periodismo ahora parece ser contarle a muchos lo que no quieren saber"(1)Raúl del Pozo se mete en faena: "Si escuchas a asesinos que proponen un genocidio para los viejos, no estás viendo una película del Holocausto, sino hombres de Estado"(2)

Pregunta sin ánimo de lucro: ¿Habríamos aprobado Ciudadanía sin datos ilimitados en el móvil? Se acepta el comodín de la videollamada. Desde La VanguardiaMàrius Carol recupera, "como metáfora contemporánea", la escena de la niña de Poltergeist abducida por el televisor (3). Si se les ha perdido un crío en los últimos días, sospechen de la tabletEn la escuela de tiranos, el Doctor Maligno de turno toma nota. Con buena cobertura y banda ancha a tutiplén, cualquiera puede ser subcomandante. A falta de respiradores, la banda ancha hace más habitable el ozono de esta celda. El resto nos conformamos con una minibiblioteca postiza por si toca conectarnos para rodar la versión doméstica de Bienvenido Mister TeletrabajoLa Sexta lo clava con el hastagh TuCasaMeSuena. "Las crisis nos retratan mejor que las rectoscopias", escribe Luz Sánchez-Mellado en El País (4). La columna se titula: Pan y wifi.


(1) https://suscripciones.elpais.com/para-conocer/conversaciones/martin-caparros/
(2) https://www.elmundo.es/opinion/2020/04/01/5e837630fdddff93848b4651.html
(3) https://www.lavanguardia.com/opinion/20200403/48278249533/como-la-nina-de-poltergeist.html
(4) https://elpais.com/elpais/2020/04/01/opinion/1585753125_482854.html

miércoles, 1 de abril de 2020

Cría cuervos

Ancianos versus parados. Ese es el partido antisolidario que se juega en estos momentos en la lucha contra la pandemia. La Bolsa o la tercera edad. Y si unos cuantos abuelos se van para el hoyo, funeral laico y al curro, que ciertos palacetes no se limpian solos. Hay economistas que todavía no han entendido que el banquero propone y el pangolín dispone



Sabemos que el mundo sigue ahí, donde lo dejamos, que no ha aprovechado estos días para largarse a su chalé de Marbella, como haría algún mosquetero del trío de las Azores o un rey de Tailandia con sus 20 concubinas, porque justo hoy empieza la campaña de la Renta, que es una actividad tan básica como el debate de Supervivientes o el Hormiguero. Debe ser por eso, para impedir que el gobierno nos cace como a Pokémons con nuestra nevera de playa, que VOX, muy de Anonymous desde Vistalegre por los menos, aconseja poner el móvil en modo avión para estar geoilocalizables, que es un vocablo ultracastizo. Algo muy gordo debe estar ocurriendo en Marvel para que los futbolistas se bajen el sueldo.

En pleno siglo XVIII, Jonathan Swift, autor de Los viajes de Gulliver, lanzó Una modesta propuesta (1), un ensayo satírico que recomendaba a los campesinos, para salir de pobres, vender a sus hijos como ganado vacuno. La idea era matar dos pájaros de un tiro. Por un lado, los jornaleros irlandeses se ahorraban el pico que supone mandar a un hijo influencer de Erasmus; y, por el otro, el latifundista de turno podía lucir cuádriceps gracias a una dieta rica en proteína pura.

Aquello era sarcasmo, humor negro. Lo que sugieren ahora algunos, eso de mandar al otro barrio a unos pocos viejos como en un sacrificio al dios del producto interior bruto, es, directamente, una indecencia. Lo diga el vicegobernador de Texas o el jefe de epidemiología del Centro Médico de la Universidad de Leiden, la más antigua de Holanda. Carrozas versus parados. Ese es el partido antisolidario que se juega en estos momentos en la lucha contra la pandemia. Como si esto fuera una costillada de domingo. La Bolsa o la tercera edad. Y si unos cuantos abuelos se van para el hoyo, funeral laico y al curro, que ciertos palacetes no se limpian solos. Ni Bioy Casares en su Diario de la guerra del cerdo (2). Hay economistas que todavía no han entendido que el banquero propone y el pangolín dispone. 

Lo peor de ciertos nortes es que facilitan que cada sur aplique su propia antivacuna. En una entrevista en El País, el presidente de la Lombardía, Attilo Fontana, amigo de whatsapp de Matteo Salvini, lidera la respuesta visceral de la parte contratante indignada: "¿Europa? ¿Qué es Europa? Es algo inexistente en los momentos que cuentan, cuando sería oportuno tener a alguien cerca con una voz que aportase seguridad y afrontase problemas y echase una mano a los más débiles. Europa ha demostrado en esta crisis su inutilidad. Para qué sirve una Europa que no está cerca de quien sufre. Me siento muy ofendido por los recursos financieros ridículos que la UE puso a disposición de Italia cuando se anunció todo esto"(3). Ojo, sin embargo, a los discursos preclaros. Así se rompen los mapas. Si a eso le añadimos el derecho a micro de ciertos cantamañanas, el polvorín está servido. 

Gerardo Tecé lo resume como nadie en su artículo de la revista Contexto: "Miedo y solidaridad. Esas son las dos moléculas puras que quedarán flotando en el aire, cuando esta gran explosión termine. No olviden sus nombres, porque con ellas tendremos que construir un nuevo mundo. De la mezcla y uso de estas dos moléculas –miedo y solidaridad– surgirá todo lo que venga después. Tenemos experiencia. ¿Recuerdan el Big Bang? Los más viejos seguro que sí. De la combinación de tres elementos químicos –hidrógeno, helio y litio– fueron apareciendo cosas tan potentes y maravillosas como las flores, pero también cosas horribles, como el Seat Toledo. De ahí la importancia de mezclar bien lo básico"(4). Habrá que estar muy despierto en la nueva era d.C. (después del Coronavirus) para que no nos cuelen orgullo y prejuicio, porque como dice Kiko Veneno: "Tenemos menos memoria que los virus"(5).