sábado, 29 de febrero de 2020

De aquí a la viralidad

No se extrañen si durante un control de alcoholemia, a la salida de cualquier rotonda, dan positivo por exceso de información. El abuso de noticias es la principal causa de modorra. De momento, no afecta al carné por puntos



No se extrañen si durante un control de alcoholemia, a la salida de cualquier rotonda, dan positivo por exceso de información. El abuso de noticias es la principal causa de modorra. De momento, no afecta al carné por puntos. Ya me dirán qué falta hacía que Teresa Romero, "la superviviente del ébola", tal y como la rebautiza El Mundo, nos recuerde en una entrevista que para superar su aislamiento se entretuvo leyendo 50 sombras de Grey (1). Estar a la última se parece cada vez más a llevar unas hombreras o unas mangas abullonadas sólo porque están de moda, palabrita del niño influencer, aunque una vez puestas, nos sienten como una patada en la sisa. La prensa tiende a eso, a la news week, con la presentación de su colección de titulares y trendings topics para la nueva temporada de primavera-verano u otoño-invierno. Todo lo que no es pasarela, no merece un editorial. Y la cosa va en aumento, favorecida por las redes. En la Universidad de Columbia, responsable de los premios Pulitzer, ya se imparte un doble grado en Periodismo e Ingeniería Informática (2). Mucho matrix para tan poco pollo. Tiempo al tiempo.

A propósito de Rembrandt, y otros artistas olvidados por la moda juvenil, Antonio Muñoz Molina escribía esto hace unos días: "Siempre hay poderes interesados en imponer una sola forma de presente. A las personas nos da miedo quedarnos fuera de nuestro tiempo, o ir contracorriente, y por eso aceptamos con tanta docilidad, las actitudes y los valores, hasta las palabras, que nos dicta la coacción sutil y omnipresente de la moda"(3)

De seguir así, puede que antes del próximo bisiesto, necesitemos montañas mágicas como la de Thoman Mann para desinfoxicarnos. El escritor alemán situó su sanatorio para tuberculosos en Davos, mira por dónde. Hoy, un siglo después, la tuberculosis continúa siendo la enfermedad que más muertes causa en el mundo, más de un millón y medio al año, aunque eso, por ser tan habitual, ya no es noticia. Curiosamente, las ratas, tan temidas en cualquier peste, ayudan ahora, gracias a su magnífico olfato, a detectar la enfermedad a tiempo en Etiopía, Tanzania y Mozambique (4). El mismísimo Albert Camus estaría sorprendido. Dereck Thompson, columnista en The Atlantic, acierta de lleno con lo que nos pasa: "Demasiado talento dedicado a problemas que no tienen ninguna importancia".


(1) https://www.elmundo.es/papel/historias/2020/02/28/5e582830fdddff9aa28b45aa.html
(2) https://www.elmundo.es/papel/2020/02/19/5e4c1b66fdddff4f7b8b45b9.html
(3) https://elpais.com/cultura/2020/02/18/babelia/1582034923_032222.html
(4) https://elpais.com/elpais/2020/02/24/planeta_futuro/1582541582_730829.html




miércoles, 26 de febrero de 2020

Coronavirus, el octavo pasajero

Justo ahora que nos creíamos los reyes del mambo, con el 5G, las impresoras 3D y la Nocilla sin aceite de palma, llega un virus para recordarnos que hace solo tres pandemias pintábamos cuevas y sacrificábamos cabras



Justo ahora que nos creíamos los reyes del mambo, con el 5G, las impresoras 3D y la Nocilla sin aceite de palma, llega un virus para recordarnos que hace solo tres pandemias pintábamos cuevas y sacrificábamos cabras. Ha hecho falta un estornudo para que el homo tecnologicus, inmune por la gracia de Apple, saque a relucir el cromañón que lleva dentro. Cuando se trata de vender palomitas, cualquier susto es válido. Es aquello que Marshall McLuhan bautizó como la aldea global, una retribalización de la cultura, y eso que el mundo, cuando escribía el sociólogo, todavía no era un tragaluz repleto de chismorreos. Para entender a lo que nos enfrentamos, basta con decir que se ha suspendido el rodaje en Italia de Misión Imposible 7 (1). Sí, yo también lo he pensado: ¿Ya van siete? Han pasado veinte años, cinco entregas y seis Balones de Oro de Leo Messi desde que Tom Cruise mezcló churras con merinas, o lo que es lo mismo, saetas y fallas. 

Para colmo, los amantes de la nave del misterio han rescatado una novela de 1981, En los ojos de la oscuridad, que predecía, a grandes rasgos, el dónde y el cuándo. Poco más. Suficiente para un monográfico de Cuarto Milenio. De poco sirve que varios medios hayan informado que en las primeras ediciones del libro, el virus en cuestión no se originaba en China sino en Rusia y que fueron ciertos intereses editoriales los que propiciaron el cambio (2)Si todavía tienen dudas, lean Los secretos que guardamos, la obra con la que Lara Prescott desvela cómo la CIA contribuyó al éxito de El doctor Zhivago (3)O, mejor aún, recuperen el Decamerón de Bocaccio, donde unos jóvenes, huyendo de la temible peste bubónica del siglo XIV, echan la cuarentena en una villa de las afueras de Florencia entre relatos eróticos. Ya ven que poco ha cambiado el cuento en setecientos años. Ahora, entre contagio y contagio, nos entretenemos con un algún que otro vídeo porno del entrenador del Málaga o del candidato de Macron a la alcaldía de París. Y ya metidos en fábula, puesto que van a estar unos meses aislados, no digan que no sería sublime que, llegado el acabose, solo quedasen sobre la faz de la Tierra, en representación del género humano, los concursantes de Supervivientes.

Por las cifras que manejamos, el COVID-19 no es mucho peor que una gripe. El nivel de mortalidad es relativamente bajo. En tantos por ciento, hay mordidas a contratos públicos que entrañan un mayor riesgo. Otra cosa es la economía. Como desde hace años, por una cuestión de costes, China es el bazar del mundo, cuando el dragón se lesiona nos quedamos sin pólvora. 

Así que en lo que buscamos otro delantero de recambio, tipo Braithwaite, recuerden aquella escena de Ghost, al principio de la peli, cuando los dos jóvenes brokers aún son amigos. Cogen el ascensor, que va repleto de gente, y el malo malísimo empieza a toser a lo que Patrick Swayze le sigue el juego con no sé qué tipo de enfermedad contagiosa. Todo quisqui entra en pánico y, cuando al fin se abren las puertas, hay estampida generalizada. A esas alturas de la cinta, todavía no sabemos si va a salir príncipe o rana. Con Patrick Swayze de por medio, todo era posible, lo mismo te bailaba una jota en un balneario que se liaba a hostias a las puertas de una discoteca en lo que surfeaba unas olas y atracaba unos bancos... Poco a poco, sin embargo, el metraje se va convirtiendo en el mayor alegato de todos los tiempos en favor del espiritismo y la alfarería. Quiero decir que no todo es lo que parece. En eso, Alfred Hichcock nos lleva una filmografía de ventaja. No hay más que ver Psicosis para entender el cirio que hemos montado. Cuando se juntan falta de documentación y cienciologíapuede ocurrir cualquier cosa en la Madrugá, incluso que una fallera le acabe tirando arroz al mismísimo Cristo del Calvario. El resto es arte, ensayo y bulocracia.


(1) https://www.abc.es/play/cine/noticias/abci-suspenden-rodaje-mision-imposible-7-italia-brote-coronavirus-202002251154_noticia.html
(2) https://maldita.es/malditobulo/2020/02/24/libro-1981-predijo-coronavirus/
(3) https://www.lavanguardia.com/libros/20200225/473757687631/doctor-zhivago-lara-prescott-pasternak-cia.html

sábado, 22 de febrero de 2020

Surcos

Sabemos tan poco del campo, que una protesta de tractores nos parece una promo de la próxima entrega de la saga Transformers



El chiquipark más antiguo de Barcelona, que se vio obligado a cerrar hace tan solo unos meses, cuando no pudo hacer frente a una subida del alquiler del 300%, reabrirá en breve reconvertido en tanatorio (1). La cosa va así, un día estás celebrando el ratoncito Pérez y al otro, un funeral laico. Es el ciclo vital, nada que no sepan los amantes del musical de El Rey León; la ley de la jungla pasada por el forro del asfalto. 

Como el SUV no va a la montaña, la montaña, el pueblo, la España rural y moribunda, Marianico el Corto y el ectoplasma de Paco Martínez Soria van a la ciudad en su tractor amarillo. Sabemos tan poco del extrarradio, que una protesta de tractores nos parece una promo de la próxima entrega de la saga Transformers. Para los nacidos después del 4 de julio, bastará con decir que en el campo no crece el wifi. Para entender lo que ocurre, leer a Steinbeck o Delibes funciona mucho mejor que ponerse de salvapantallas la versión primaveral de un prado con amapolas de La vaca que ríe. Para el resto, nada mejor que un homenaje a la nostalgia, recuerden el juego del teléfono, aquella palabra, o frase que, soltada al tuntún, y tras pasar por una cadena de tímpanos, llegaba hecha unos zorros a la última oreja de la fila, la de un tal Manolo, que solía sentirse como un burro amarrado a la puerta de un baile. Pues eso, que donde hay intermediarios, no manda jornalero. La queja viene de lejos y va para largo. A quién le importa el curro que tiene recoger la aceituna si con un simple telefonazo, el falso de autónomo de turno te trae a domicilio suficiente aceite virgen extra Hacendado como para sobrevivir a tres cuarentenas de coronavirus y una hecatombe zombi. 

Lo que manda bemoles en el asunto son los infiltrados. Será el carnaval, pero algunos se han equivocado de comparsa. Ya me dirán lo que pintan ciertos sabuesos del libremercado disfrazados de Ivan Drago para defender, viva la hoz y el martillo, el intervencionismo de estado y la regulación de precios como si acabaran de descubrir el prólogo de El Libro rojo. "El código ideológico de algunos dirigentes políticos acaba de mutar, por sorpresa, del liberalismo económico más ortodoxo al marxismo tomatero de temporada", escribe Gerardo Tecé (3). Ver a determinados caciques, defendiendo ciertas causas, resulta "tan exótico como una aurora boreal en Cuenca". Es el mismo cinismo que despacha Donald Trump cuando no se dedica a hacer de crítico para Cahiers du Cinéma (4). Así, a la misma hora que demonizaba a inmigrantes durante un mitin electoral en Phoenix, a puerta cerrada, su jefe de gabinete, según ha filtrado una grabación de The Washington Post, admitía: "Estamos desesperados por conseguir más inmigrantes (...) Nos estamos quedando sin gente para alimentar el crecimiento económico..."(5).

Y en lo que se refiere al campo, y al ciclo vital, que es lo que nos ocupa, un pequeño pueblo de Barcelona, Rajadell, puede que tenga la clave. Es el municipio con mayor número de vehículos por habitante. Ni más ni menos que 135 por persona (6). Ni la flotilla de Maseratis de Cristiano Ronaldo. El motivo: el impuesto de circulación, mucho más barato que el del resto de sus vecinos. Reinventarse o morir. Enmascararse o quedarse fuera de la rúa. Eso sí, si van a intentarlo, no sean garrulos, que los motores censados sean, por lo menos, ecosostenibles. No vaya a ser que por preservar la boina nos quedemos sin zánganos para las nuevas aventuras de la abeja Maya




(1) https://www.elperiodico.com/es/barcelona/20200213/de-mitico-parque-de-bolas-a-tanatorio-7846839
(2) https://www.lavanguardia.com/vida/20200221/473680746214/agricultores-tractores-protestas-crisis.html
(3) https://ctxt.es/es/20200203/Firmas/31069/Gerardo-Tece-tecetiposcampo-rural-agricultura.htm
(4) https://www.abc.es/play/cine/noticias/abci-trump-carga-contra-parasitos-ensonacion-hacer-hollywood-great-again-202002211817_noticia.html
(5) https://www.lavanguardia.com/internacional/20200222/473684627053/casa-blanca-desesperada-conseguir-mas-inmigrantes.html
(6) https://cincodias.elpais.com/cincodias/2020/02/19/economia/1582140848_089432.html

miércoles, 19 de febrero de 2020

La gran decadencia (minuto a minuto)

Hasta ahora sabíamos de las ventajas del whatsapp para dejar a la pareja sin necesidad de pasar por un reality de Telecinco. También para montar una primavera árabe o cortar la diagonal a la hora del Ángelus; pero ahora, una contrata de una subcontrata inventa otro vacile: el recorte de la jornada laboral por sms



"La diferencia entre los esclavos en la época de Roma y los empleados de hoy es que los esclavos no tenían que adular al jefe"
Nassim Nicholas Taleb. El lecho de Procusto


Hasta ahora sabíamos de las ventajas del whatsapp para dejar a la pareja sin necesidad de pasar por un reality de Telecinco. También para montar una primavera árabe o cortar la diagonal a la hora del Ángelus; pero ahora, una contrata de una subcontrata inventa otro vacile: el recorte de la jornada laboral por sms. La enésima empresa encargada de la limpieza de las oficinas de Liberbank avisó a sus empleadas, vía móvil, que reducía a la mitad el horario de sus contratos (1)Por si fuera poco pitorreo, algunas jornadas pasan a ser de un máximo de diez minutos. Cualquier mujer de la limpieza con varios trienios de mocho en las cervicales sabe bien que diez minutos dan para pulir cuatro sucursales del banco Hispano Americano, fumarse un piti, rajar con las compañeras del Barçagate o del Tribunal de Estrasburgo, preparar un sofrito y, si hace sol, tender una colada de ropa blanca. Con semejante crono, no descarten el doping de las kellys con clembuterol, ni tampoco que cuando usted y yo lleguemos a la jubilación, allá por los 79 años, mes arriba, mes abajo, nos denieguen la pensión por una cuestión de centésimas de segundo en el tiempo cotizado. 

En La Contra de La Vanguardia, el psicólogo Peter Vorderer sentencia: "El móvil ya nos ha dividido en amos y esclavos"(2)Todo eso ocurre en el 2020 de la era cristiana, "tres años después de que se admitiera a trámite la denuncia presentada por la Asociación Española de Abogados Cristianos –sin pecado colegiados–", contra Willy Toledo por cagarse fuera del pipican. "Bienaventurados los que denuncian gilipolleces y saben esperar con paciencia porque suyo será el reino de los juzgados colapsados", escribe Gerardo Tecé (3)

Demolition Man, peliculón de Stallone, ya predijo un futuro sin blasfemos. Y que Schwarzenegger llegaría a político. Así está la distopía. Javier Rodríguez Marcos lo resume con una frase del último ganador de Supervivientes, Omar Montes: "Tengo la inteligencia justa para pasar el día"(4)Paul Kurgman, Nobel de Economía, apuntilla: "Hoy triunfan los peores"(5)

O como remarca Víctor Lapuente en El País: "Algunas voces provocadoras, como la del historiador Niall Fergurson, llevan tiempo advirtiendo sobre la gran degeneración en la que vivimos, con políticos corruptos y ciudadanos inanes (...) En un libro de próxima publicación, La sociedad decadente, el periodista Ross Douthat ofrece un arsenal de datos sobre el estancamiento de nuestras sociedades. Formamos menos empresas, cambiamos menos de ciudad y tenemos menos hijos. El arte, la cultura y la política se han vuelto repetitivos. Disfrutamos de un alto nivel de vida material, pero intelectualmente estamos exhaustos. Es la definición canónica de decadencia. Envejecemos entregados a los placeres del cuerpo, y adictos como nunca a los calmantes de la mente"(6). Todo sea porque la tasa Google nos financie la paga de los domingos (7). Amén.



(1) https://cadenaser.com/emisora/2020/02/13/ser_toledo/1581615186_082490.html
(2) https://www.lavanguardia.com/lacontra/20200217/473622505752/el-movil-ya-nos-ha-dividido-en-amos-y-esclavos-digitales.html
(3) https://ctxt.es/es/20200203/Firmas/31034/gerardo-tece-tecetipos-Willy-Toledo-honor-ofensa-Abogados-Cristianos.htm
(4) https://elpais.com/cultura/2020/02/18/actualidad/1582052149_515797.html
(5) https://www.lavanguardia.com/cultura/20200219/473655934304/paul-krugman-premio-nobel-entrevista-triunfan-los-peores.html
(6) https://elpais.com/elpais/2020/02/16/opinion/1581873968_438593.html
(7) https://www.publico.es/economia/tasas-google-tobin-gobierno-lanza-millonario-impuesto-gigantes-digitales-no-les-cobrara.html

sábado, 15 de febrero de 2020

Mentiras arriesgadas

El hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces con el mismo populismo



Contra todo pronóstico, en un giro de guion digno de La Berlinale, la ultraderecha alemana crece, sobre todo, en las zonas más cercanas a los antiguos campos de concentración (1). Así lo señala un estudio publicado en la revista Research&Politics, obra de Toni Rodón, del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Pompeu Fabra, junto a Julian M. Hoerner y Alexander Jaax, de la London School of Economics and Political Science (2). Los investigadores lo achacan, en parte, a una sobreexposición de memoria histórica, basándose en una hipótesis, la de saturación, que viene del campo de la lingüística y sirve para explicar que cuanto más se utiliza una palabra en la verdulería, antes se devalúa su significado. Lo hemos vivido aquí, donde facha y fascista son animales de compañía de cualquier costillada.

El problema de fondo es querer reducir la realidad a un único análisis de sangre. Bajo esa premisa, los hinchas del pin podrían encontrar la coartada perfecta para maniatar la memoria. Nadie se vuelve taurino por vivir debajo de un toro de Osborne. Al contrario, el raquitismo histórico debilita el presente y lo despoja de músculo para hacer frente al olvido programado. Es justo en ese punto, en el que Auschwitz se convierte en un destino turístico capaz de competir con las Maldivas en Instagramcuando cualquier selfi es posible, ya sea en una cámara de gas o en unos raíles que conducen al exterminio (3). Si a eso le añadimos, una pizca de descontento, fruto del precio de la carne picada, el cóctel está servido: "O España actúa contra la pobreza o habrá protestas como en Chile", avisa Philip Alston, el relator de la ONU en materia de pobreza extrema que, tras visitarnos, confirma: "He visto barrios en peores condiciones que campos de refugiados"(4)

Es lo que el dramaturgo Rodrigo García describe en El Mundo como "la frustración de una clase social cada vez más baja, que se cree clase media gracias a PrimarkMercadona y Burger King"(5). El caldo de cultivo idóneo para el revisionismo torticero, donde cabe cualquier pasado mitológico. Desde su columna, Félix de Azúa sentencia: "La mentira es enormemente rentable. Con mentiras se alzan presidentes, con mentiras se rompe la Unión Europea, con mentiras los bancos se arman de policías cabrones, con mentiras se destruye a la oposición, con mentiras se presentan currículos y doctorados sublimes, con mentiras se hacen naciones"(6). O como reza el refranero: el hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces con el mismo populismo.


(1) https://www.lavanguardia.com/internacional/20200211/473427876322/estudio-holocausto-extrema-derecha-alemania.html
(2) https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/2053168019891376#
(3) https://elpais.com/internacional/2020/01/25/actualidad/1579971052_548328.html
(4) https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20200215/espana-lleva-15-anos-en-el-rumbo-de-tacher-7849246
(5) https://www.elmundo.es/cultura/laesferadepapel/2020/02/12/5e3d5f2721efa021088b456e.html
(6) https://elpais.com/elpais/2020/02/10/opinion/1581336571_018000.html

miércoles, 12 de febrero de 2020

Kung Fu

Tampoco hace falta tirarse siete años en el Tíbet para ser el mejor secundario. Bastaría con aprenderse de memoria que la vida es todo eso que nos pasa mientras planeamos el Mobile World Congress


Hoy, los supervivientes de La Movida juegan a la petanca (1)Si veinte años no es nada, cuarenta son el mismo tango sonando en bucle. Del reparto de los inmortales, ya solo nos queda Olivia de Havilland. A estas alturas de la ceremonia, sabemos que tampoco hace falta tirarse siete años en el Tíbet para ser el mejor secundario. Bastaría con aprenderse de memoria que la vida es todo eso que nos pasa mientras planeamos el Mobile World Congress. Ni Díaz Ayuso, ni el independentismo, ni la uberización del trabajo; la feria de la tecnología se ha ido al traste por un estornudo viral, supuestamente transmitido por el pangolín, protagonista entrañable de algún episodio de Frank de la Jungla. La globalización también era eso, una película surcoreana, donde comen patatas gallegas, que arrasa en los Oscars (2)

Somos yonquis del conflicto, escribe Víctor Amela (3). Y de la reflexión desnatada en horario de máxima audiencia: "¿Cuál es el animal que tiene los testículos más grandes respecto a su volumen corporal?", preguntan en ¿Quién quiere ser millonario?(4). La D, sin duda, el saltamontes costero, primo hermano de David Carradine. 

"Estas Navidades, el juguete más vendido por Amazon ha sido un estimulador clitoriano para mujeres", remarca David Trueba. "Poco a poco, el ser humano tiende a la masturbación como relación más prolífica y menos conflictiva. De alguna manera, el territorio plástico en el que ha entrado el cuerpo humano y la exposición publicitaria de todas las personas como marcas ha obligado a potenciar nuestra imagen externa más que los valores internos. Por cada librería que se cierra hoy se abre un gimnasio, según calculan los expertos. Es decir, somos ya paneles publicitarios más que entes complejos"(5). O tal y como dice Jorge Carrión en La Vanguardia: "Porno somos y en porno nos convertiremos"(6).


(1) https://elpais.com/cultura/2020/02/08/actualidad/1581180674_300763.html
(2) https://www.lavanguardia.com/comer/al-dia/20200212/473488666589/patatas-bonilla-a-la-vista-oscars-parasitos-corea.html
(3) https://www.lavanguardia.com/television/20200209/473376190808/estefania.html
(4) https://www.elperiodico.com/es/tele/20200209/los-testiculos-del-saltamontes-7842076
(5) https://www.xlsemanal.com/firmas/20200211/la-la-masturbacion-david-trueba.html
(6) https://www.lavanguardia.com/cultura/20200210/473404901308/porno-somos.html

sábado, 8 de febrero de 2020

Influencers, el brazo tonto de la red

Por debajo del millón de amigos, uno es poco menos que un mindundi, un auténtico paria de la influencia que no merece la atención de los sellos, obsesionados con los superpoderes del algoritmo



Haber hecho de Roberto Carlos (el cantante brasileño no el carrilero del Real Madrid) el nostradamus de nuestra época, dice mucho de la banda melódica que nos ambienta. Esta misma semana, Carles Ponsí, ilustrador, dibujante de cómics y colaborador revistas como El Jueves, compartía en Twitter la respuesta con la que una editorial se había ventilado su último proyecto: "Nos ha gustado mucho, pero después de consultar el alcance que tienen tus redes sociales, lamentablemente no lo podemos editar. No dudes en ponerte en contacto con nosotros más adelante si se presenta algún aumento de seguidores". La denuncia sirve para ilustrar la deriva robertocarlista que nos invade, el currículo se mide al peso de los followerstal y como critica María Zuil en El Confidencial (1). Por debajo del millón amigos, uno es poco menos que un mindundi, un auténtico paria de la influencia que no merece la atención de los sellos, obsesionados con los superpoderes del algoritmo. 

En la misma línea: "Los grandes grupos empiezan a apoyarse en el análisis del big data para identificar cómo son sus lectores y qué títulos quieren leer", informaba El País hace unos días (2). En este caso es la literatura la que queda sometida a un Excel de datos cruzados para reducir el margen de riesgo, siempre a la caza del último bestseller, como si los libros, los libros mayúsculos al menos, los que trascienden la moda del momento para convertirse en clásicos incuestionablestuvieran que ser o no ser en función de su éxito comercial. Bajo esa premisa, ya podemos liquidar, del tirón, más de la mitad de la historia del arte, cimentada sobre el genio de autores capaces de avanzarse a su tiempo, pagando el peaje, a costa de una incomprensión y de una marginalidad que, con los años, cotiza al alza en alguna subasta de pijos. Son los peligros de confundir cultura y mercantilismo. "Al final, ser artista será un capricho de niños ricos que no necesiten el dinero y se lo puedan permitir", lamenta Paulo Alfaya, vicepresidente de la Asociación Profesional de Ilustradores de Madrid, en el reportaje de María Zuil. 

Nada nuevo bajo el sol. De Joyce a John Kennedy Toole pasando por Gabriel García Márquez, la lista de portazos a escritores del jurado del Tú sí que vales de turno, el mismo que se cargó a Rosalía por desafinar, da para un máster de gurús del zodíaco en Iowa, solo que ahora, además, viene avalada por el masoquismo de las redes. Lo único evidente es que quien quiera un radiocasete de doble pletina se ha equivocado de profesión. 

Para ver hasta qué punto estamos pringados, bastará con decir que el asunto ya ha llegado al fútbol, auténtico termómetro de nuestras vidas. Desde esta temporada, los aficionados del Lorca, equipo murciano de Tercera, pueden decidir la alineación de su equipo y los cambios durante un partido a través de una aplicación móvil que ya cuenta con más de 4.000 usuarios que dedican su tiempo libre a los banquillos sin ver un duro (3). Por ahora, el equipo es séptimo, a seis puntos del ascenso, pero si el proyecto se desinfla a ver quién es el valiente que se atreve a destituir a los 4.000 valverdes sin montar un Esquilache. De lo que se trata, hablemos claro, es de hacer currar a todo quisqui por el morro, aprovechando nuestra vena de pantocrátor virtual. Nada que deba inquietarnos todavía, por lo menos hasta que empiecen a asomar por los tejados los gatos tristes y azules de las profecías de Roberto Carlos, síntoma tal vez de que aquí ya solo pueden publicar Shakira, las Kardashian, Cristiano o J.Lo.


(1) https://www.elconfidencial.com/cultura/2020-02-06/influencers-redes-seguidores-ilustradores_2443332/
(2) https://elpais.com/cultura/2020/01/15/actualidad/1579118144_664177.html
(3) https://elpais.com/deportes/2020/02/06/actualidad/1581020971_882270.html

miércoles, 5 de febrero de 2020

Memorias fritas en la Teoría de supercuerdas

La idea es hacer de la Historia una película para todos los públicos. Y del presente, una guardería para adultos donde cobijarse del séptimo de caballería



Ya están aquí los dos lanzamientos musicales más esperados del año. Hablamos, por supuesto, de Universo, el tema con el que Blas Cantó pretende meternos, por lo menos, en la Intertoto de Eurovision; y de la nueva canción del Cola Caoobra de Manu Guix, académico de Operación Triunfo, una versión que jubila "al negrito del África tropical" para no herir hashtags (1)

"Creo que por primera vez en la historia está de moda ser idiota y comportarse como tal", escribe Javier Marías en La moda de ser tonto y parecerlo (2). Cualquiera sabe que para triunfar en las pantallas lo que sale más a cuenta es hacerse el vago mental, declararse rematadamente imbécil, si es necesario bajo juramento hipocrático. Y como la cosa parece que va para largo, ya conocen aquello de Ortega y Gasset: "El tonto es vitalicio y sin poros", un restaurante en Denver, el Tom's Diner, le ha visto el filón a la causa y ha comenzado a aplicar un suplemento a los clientes que molestan con preguntas estúpidas (3)

A falta de estudios concluyentes que vinculen de manera definitiva los grumitos del desayuno con el Ku Klux Klan o el consumo excesivo de conguitos en la infancia con la política migratoria de Hungría, este es el cacao que nos espera, mil años arriba, mil años abajo, un revisionismo bajo en calorías que George Steiner, tal y como recuerda Borja Hermoso en El País, relacionaba directamente con la educación escolar de hoy, "una fábrica de incultos"(4)La idea es hacer de la Historia una película para todos los públicos. Y del presente, una guardería para adultos donde cobijarse del séptimo de caballería. 

Y en semejante sindiós nos quedamos sin Cuerda como un amanecer por la espalda. El cineasta que nos enseñó que a la realidad se llega por Albacete, quiso colmar de buena literatura la España vaciada. "Con el tiempo se aprendía que el absurdo de su cine, cuando lo había, no era más absurdo que lo que nos rodea (...) A veces hay que reírse de alguna escena por diversión en el cine para no reírnos de la misma escena, por crueldad, en la vida", escribe Manuel Jabois (5)A esta hora solo podemos añadir que anochece, que ya es mucho.


(1) https://verne.elpais.com/verne/2020/02/01/articulo/1580571686_922003.html
(2) https://elpais.com/elpais/2020/01/27/eps/1580128619_604930.html
(3) https://www.elperiodico.com/es/onbarcelona/cocinas/20200129/suplemento-cretino-tom-diner-denver-7827370
(4) https://elpais.com/cultura/2020/02/03/actualidad/1580767367_411656.html
(5) https://elpais.com/elpais/2020/02/04/opinion/1580840313_151415.html

sábado, 1 de febrero de 2020

Carnaval

En Carrusel Deportivo, junto a los marcadores de la jornada, podrían incluir el minuto y resultado del coronavirus. Y en Maestros de la Costura dedicar un monográfico a las posibilidades de la mascarilla como complemento ultrafashion. De lo que se trata, por lo visto, es de pasar el fin de semana detectando contagios como quien caza Pokémons



¡Peligro! Esta foto está en cuarentena. Si después de verla, usted presenta síntomas de infoxicación, a saber: una capacidad repentina para ubicar la ciudad de Wuhan en un mapa mudo o las competencias básicas para entender la reacción en cadena de la polimerasa con retrotranscriptasa, debe acudir lo antes posible a su kiosquero más cercano. Como el ángulo es el que es, y no da para mucho, lo mejor es que nos vayamos haciendo nuestra propia película. Es lo que tienen los primerísimos planos, que desdibujan los límites informativos. Probemos: las dos chicas podrían formar parte de una peligrosa banda de pink ladies ser fans de Michael Jackson. El casco, a pesar de todo, las delata. Efectivamente, estamos ante una escena de lo más normal, frente a un semáforo en hora punta de cualquier capital asiática hipercontaminada. Pero eso no es noticia, a no ser que haya una Greta de por medio. Así que a lo nuestro, que es vender periódicos con el patrocinio de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. En Carrusel Deportivo, junto a los marcadores de la jornada, podrían incluir el minuto y resultado del coronavirus. Y en Maestros de la Costura dedicar un monográfico a las posibilidades de la mascarilla como complemento ultrafashion, algo así como una especie de mordaza pop. De lo que se trata, por lo visto, es de pasar el fin de semana detectando contagios como quien caza Pokémons

John le Carré, que de espionaje, farmacéuticas y otros chanchullos sabe un rato, se sinceró este mismo jueves durante su discurso por el Premio Olof Palme: "Yo no soy un héroe. Soy un fraude. Me entregan una medalla por el valor de otro hombre. Declino. No estoy en primera línea defendiendo a ultranza la verdad ni los derechos humanos. Yo no he sufrido por mis escritos. He sido ampliamente recompensado por ellos"(1). Que tome buena nota cierto periodismo de salón que ve YouTube desde la barrera. Si el tema les cansa, no se preocupen, de segundo tenemos Brexit.


(1) https://elcultural.com/john-le-carre-yo-no-soy-un-heroe-soy-un-fraude