La milla de los miopes

Cincuenta años después de llegar a la Luna, seguimos en Babia. Hay un tiempo publicitario que rebobina como un parchís que se desanda, por falta de dados o de calcio

Cincuenta años después de llegar a la Luna (1), seguimos en Babia. Dicen que los sesenta de hoy son los nuevos cuarenta, y por esa misma regla, los cuarenta serían los veinte y los veinte, sin necesidad de hechicería, periodo de gestación. Hay un tiempo publicitario que rebobina como un parchís que se desanda, por falta de dados o de calcio, un revisionismo que va de Macaulay Culkin a Doctor en Alaska, donde todo es adaptación o precuela. Así resulta hasta convincente que lleguemos al solsticio de invierno con pintas de primavera en Magaluf. O que un juez de Missouri condene a un furtivo a ver Bambi en bucle, en una especie de revival infantil del método Ludovico de La naranja mecánica (2).

Y si de películas hablamos, dos thrillers de terror distópico, con permiso de Roma, Cold War, Un asunto de familia o Lazzaro felice, han marcado el 2018: Un lugar tranquilo y A ciegas. En uno no se puede pronunciar ni mu y en el otro, si se quiere sobrevivir, mejor taparse los ojos. Son las alegorías visuales del año, ahora que la suerte, con sus pedreas, se bate en retirada. Precisamente, un día como hoy, en 1932, el Gordo de Navidad también acabó en siete. De una participación en aquel premio, que llevaba el anarquista Ramón Acín, salió la financiación para el documental Las hurdes. Tierra sin pan, de Luis Buñuel, a quien nadie le prestaba un duro después de los escándalos de Un perro andaluz y La edad de oro (3).

También se basó en lo espantoso del azar Shirley Jackson para escribir La lotería, el relato que sacudió los cimientos biempensantes de la sociedad estadounidense, llegando a poner en jaque al The New Yorker por su publicación. La escritora, recién encumbrada por Netflix, ahora para ser alguien hay que tener un nombre en streaming, fue, sobre todo, ama de casa, tal y como explicaba en sus conferencias, donde abordaba la dificultad de compaginar literatura con fregar los platos: "Tengo una historia sobre el cesto de la ropa sucia que no puedo contar ahora", se lee entre sus notas (4). 

Para no volarse la tapa de los sesos, Florent-Claude Labrouste, el protagonista cuarentón de la nueva novela de Michel Houellebecq (sale a la venta después de Reyes), se medica con un antidepresivo que libera Serotonina, título de la obra (5). En su primer ensayo, Un mundo feliz, el novelista Luisgé Martín dialoga con el mito de Aldous Huxley para defender a ultranza, "contra toda forma de idealismo", una nueva manera de afrontar el mundo, campante a base de prospecto (6). 

Aunque si en lugar de potingues, prefieren combatir el desaliento rutinario a fuerza de sacrificio físico, tal vez aún estén a tiempo de reservar un dorsal en la Milla Mundial de los Miopes, la carrera que se celebrará el próximo domingo 20 de enero en Barcelona (7), y en la que solo pueden participar cortos de vista, quizá, la primera metáfora de 2019. 

Ezra Pound, el poeta que, desorientado de presente, "enfermó de fascismo", como la viva imagen de una buena parte del siglo XX, (Sexto Piso publica una nueva versión de sus Cantos completos), definió su descalabro con milagrosa belleza: "He intentado escribir el Paraíso"(8).


(1) https://elpais.com/elpais/2018/12/17/ciencia/1545043990_336704.html
(2) https://www.elperiodico.com/es/extra/20181218/un-cazador-furtivo-condenado-a-ver-bambi-7207739
(3) https://www.elsaltodiario.com/extremadura/numero-de-la-suerte-ramon-acin-bu%C3%B1uel-hurdes-documental-tierra-sin-pan
(4) https://blogs.elconfidencial.com/cultura/mala-fama/2018-12-19/shirley-jackson-maldicion-hill-house-bruja-maruja_1713730/
(5) https://www.elconfidencial.com/cultura/2018-12-19/michel-houellebecq-serotonina-argumento_1716702/
(6) https://www.elmundo.es/cultura/literatura/2018/12/20/5c1ab937fdddff4cbc8b4650.html
(7) https://www.lavanguardia.com/opinion/20181220/453651784538/la-carrera-de-los-cuatro-ojos.html
(8) https://www.elmundo.es/cultura/laesferadepapel/2018/12/20/5c1404bcfdddff7c4c8b45b9.html

Pesadilla antes de Navidad

Entramos en tiempo de descuento y nudo de corbata en la garganta. Todo lo que viene a partir de ahora es nocturno, como una pieza de Chopin o como un transiberiano que atraviesa una larguísima estepa donde nunca se acaba el frío

No deja de llamar la atención que a estas alturas del año, con la cantidad de móviles y antibióticos que hay en el mercado, ninguna startup o parafarmacia hayan sido capaces de lanzar una aplicación o un jarabe para combatir la pobreza o, al menos, paliarla. Donde usted y yo vemos una barbacoa, de Georgie Dann al hámster de la casa, hay a quien no le queda más remedio que improvisar una estufa: "Una familia con tres niños a la que le habían cortado la luz, intoxicada al calentarse con una barbacoa"(1). Hasta Barrio Sésamo se ha visto obligado a incluir en su elenco de estrellas de felpa a una pequeña sintecho, Lily, marioneta que simboliza una realidad que sacude al menos a 2,5 millones de niños en Estados Unidos (2), cuando hace tan solo unos días, The Washington Post informaba de la muerte por deshidratación de otra niña de siete años, tras ser detenida en la frontera (3). 

En El tiempo pervertido, Esteban Hernández ahonda en los entresijos del capitalismo, sistema que, lejos de debilitarse, ha salido ileso, diríamos que hasta revitalizado, de la crisis que él mismo provocó. Ahora, además, mostrando sin trabas su rapiña insaciable. "Casi el 40% de los jóvenes españoles está en riesgo de pobreza", según el Informe de pobreza juvenil. En el mejor de los casos aspiran a convertirse en "trabajadores en precario, a los que se les hace creer que son autónomos o, con mayor recochineo, emprendedores", según remarca Juan Manuel de Prada (4). Ante la falta de perspectivas, el "62% de los mayores de 25 años vive todavía con sus padres"(5). 

Y así entramos en periodo de descuento y nudo de corbata en la garganta. Todo lo que viene a partir de ahora es nocturno, como una pieza de Chopin o como un transiberiano que atraviesa una larguísima estepa donde nunca se acaba el frío. Del día, ni rastro. Solo cena y cotillón. Lo que queda del trayecto es ojera, resaca y mucho ranking con lo más notable de 2018. De lo peor, mejor no hablamos mientras quede mazapán, tal y como mandan las reglas del buen decoro, sobre todo ahora que se acercan los Santos Inocentes.


(1) https://elpais.com/ccaa/2018/12/18/madrid/1545121008_033665.html
(2) https://www.lavanguardia.com/internacional/20181218/453622236981/nina-homeless-barrio-sesamo-eeuu-sintecho.html
(3) https://www.publico.es/internacional/caravana-migrantes-muere-nina-deshidratacion-detenida-frontera-eeuu-the-washington-post.html
(4) https://www.xlsemanal.com/firmas/20181217/tiempo-pervertido-juan-manuel-prada.html
(5) https://www.ondacero.es/noticias/sociedad/casi-el-40-de-los-jovenes-espanoles-esta-en-riesgo-de-pobreza_201812185c18e84d0cf226a6b6398dca.html

Una brevísima historia del mundo

Y el bombo gira con nuestro número dentro, porque la vida tiene algo de ludopatía mal curada

Playa de Las Catedrales. FOTO: ISABEL MEYER

Vargas Llosa ya puede dormir tranquilo, Tamara Falcó le ha dedicado una camiseta dentro de su nueva colección de básicos: Travesuras de la niña mala, se lee en el estampado, un homenaje, en algodón cien por cien ecológico, al Premio Nobel peruano. La novela escogida por la hija diseñadora de Isabel Preysler destaca por su voltaje erótico, como los villancicos más tradicionales, según rastrea un estudio realizado por los historiadores jerezanos Miriam Orozco y Pablo Collado, que han encontrado hasta 40 letras en las que, "con el pretexto de la Navidad, se habla de sexo, anticlericalismo, relaciones amorosas e incluso feminismo"(2). Otra investigación, a tres bandas, de las universidades de Leicester, Nottingham y Sudáfrica, considera que los huesos de pollo serán, en el futuro, la huella que defina el registro fósil del Antropoceno (3). 

Y así, con la teoría de la evolución reducida por los paleontólogos a una cesta de alitas del Kentucky Fried Chicken, llegamos a la pregunta del fin de semana, que dispara El País como un perdigonazo metafísico: "¿Por qué jugamos si lo más probable es perder?"(4). En su crítica televisiva, desde La Vanguardia, Víctor-M. Amela responde: "A la televisión le placen los concursos porque estilizan la vida: entras, juegas, tropiezas y te expulsan. A veces parece que ganas: es un efecto pasajero"(5). Y el bombo gira con nuestro número dentro, porque la vida tiene algo de ludopatía mal curada, que arrecia por estas fechas, sobre todo, desde que estalló la crisis: "Le llaman burbuja como si fuera una copa de cava o de champán, como si hubiera que brindar por ello. Hubo una época en que el último anuncio del año que salía en televisión era una exaltación de las burbujas. Aparecían bailarinas vestidas de dorado representando el burbujeo, la felicidad. Si ahora alguien tuviera que disfrazarse de burbuja lo haría con harapos. El fin de año ya no es lo que era. Qué fin de año, ¡si aún no ha acabado el que empezó en 2007! Y va para largo", escribe Javier Pérez Andújar en El Periódico (6). 

A principios del siglo XIX, para calmar los ánimos y evitar el contagio de la revolución haitiana, los británicos repartieron entre la población africana de sus colonias caribeñas, una extraña versión de las Sagradas Escrituras, conocida como la Biblia de los Esclavos, de la que solo se conservan dos ejemplares que permiten constatar que la mayor parte del Antiguo Testamento y la mitad del Nuevo habían sidos suprimidos con tal de que nadie cayera en la tentación "de relacionar la palabra de Dios con la liberación"(7).

H.G. Wells, que en tan solo cuatro años se sacó de la pluma: La máquina del tiempo (1895), La Isla del Doctor Moreau (1896), El hombre invisible (1897) y La guerra de los mundos (1898), tuvo inspiración suficiente para firmar, además, algún que otro ensayo como Breve historia del mundo, donde puede leerse una de sus frases más lapidarias: "La civilización es una carrera entre la educación y la catástrofe"(8).



(1) https://www.revistavanityfair.es/sociedad/articulos/tamara-falco-mario-vargas-llosa-guino-nueva-camiseta/35200
(2) https://elpais.com/cultura/2018/12/14/actualidad/1544801708_438534.html
(3) https://www.abc.es/ciencia/abci-huesos-pollo-mayor-huella-humanidad-tierra-201812132203_noticia.html
(4) https://elpais.com/elpais/2018/12/14/ciencia/1544806129_981812.html
(5) https://www.lavanguardia.com/television/20181216/453567215822/los-lobos.html
(6) https://www.elperiodico.com/es/barcelona/20181215/javier-perez-andujar-barceloneando-guerra-burbujas-7203429ç
(7) https://www.abc.es/historia/abci-extrana-biblia-repartida-inglaterra-esclavos-para-evitar-revelaran-201812140518_noticia.html
(8) https://www.lavanguardia.com/cultura/20181215/453536023668/futuro-hg-wells-pasado-honi-soit.html

Rimbaud, Peter Pan y un millennial de Murcia

Y así, entre pitos y flautas, quiero decir, entre modernos y posmodernos que se atizan por vicio, va corriendo el minutero en su limbo de pulsera, donde la nostalgia abre franquicia

¿Serías capaz de vivir un año sin tu smartphone? El sacrificio tiene premio: 100.000 dólares, y aunque la ciencia actual todavía no se ha pronunciado, la letra pequeña del concurso, organizado por una empresa estadounidense de bebidas isotónicas, es una bicoca. Con tal de reducir el trauma y evitar que el concursante acabe formando parte del once titular de Alguien voló sobre el nido del cuco, el candidato escogido podrá usar un portátil y un móvil antediluviano, de aquellos que solo servían para llamar y enviar mensajes (1). Hace un cuarto de siglo, 25 años para que el paso del tiempo no suene tanto a charcutería, el gran reto estaba mejor pagado, ni más ni menos que un cheque con un millón de dólares en juego por prestar a la esposa, Demi Moore, a un multimillonario romántico, Robert Redford, tal y como proponía Adrian Lyne, un director de taquillazos fatales como Flashdance o 9 semanas y media. 

Tal vez, una generación no sea más que eso: un clan enfundado en una chupa, bajo el mismo signo animal del horóscopo chino, pendiente de matriculación, X, Y, Z..., mientras lidia, como puede, con la proposición indecente que le ha tocado por montera. A la actual, la extraplana, le llueven las críticas por su desmayo tecnológico. Los pandilleros decimonónicos, si pudieran, la etiquetarían en un saco para enviarla directamente al fondo de Twitter. Se diría, leyendo a ciertos carcamales, que todo lo que tiene que ver con los millenials es únicamente postureo y kardashianismo. Como si las venus magdalenienses, las gracias de Rubens o la jovencísima Sarah Baartman, la esclava africana que fue exhibida en Europa a principios del siglo XIX como atracción de circo por el tamaño desorbitado de su trasero (2), no fueran un calco. 

En el monumental ensayo Teenage, Jon Savage sitúa el origen del concepto de juventud a mediados del XIX, ligado a la masificación de las urbes en pleno apogeo industrial y a la quiebra del concepto de familia, con miles de adolescentes, como en una novela de Dickens, abocados a la vida callejera, y enardecidos por el Romanticismo de una sociedad que tiende, por primera vez, al consumo (3). Así nació el lugar exacto del que nadie querrá partir. El país de Nunca Jamás, con piscina de Cocoon, incluida. El resto es rocanrol y cosmética. De ahí el rencor de péndulo de los más veteranos, tan ancestral como la cita que se le atribuye a Sócrates, aunque en realidad sale de un libro de 1953, Pesonality and adjustment, y que sirve, a menudo, para relativizar la ojeriza: "La juventud de hoy ama el lujo. Es maleducada, desprecia la autoridad, no respeta a sus mayores, y chismea mientras debería trabajar. Los jóvenes ya no se ponen de pie cuando los mayores entran al cuarto. Contradicen a sus padres, fanfarronean en sociedad, devoran en la mesa los postres, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros"(4). Muy parecida a otra de Cicerón que ahonda en lo mismo: "Estos son malos tiempos. Los hijos han dejado de obedecer a sus padres y todo el mundo escribe libros". 

La respuesta iconoclasta, desde el otro bando, tampoco es el summum. Se trata de desvirtuar, a toda costa, cualquier tiempo añejo, descabalgando pedestales, de Colón a La Movida. El crítico musical, Víctor Lenore, firma Espectros de la movida: por qué odiar los ochenta, "una bronca monumental, contra aquella sobredosis de frivolidad, subvencionada por el socialismo"(5), según resume Juan Soto Ivars en El Periódico. "Resulta evidente, pasados los años, que todo mito cultural fue en su día la rabieta de un niño pijo contra su padre ministro", añade a la causa, desde El Confidencial, Alberto Olmos (6). 

Y así, entre pitos y flautas, quiero decir, entre modernos y posmodernos que se atizan por vicio, va corriendo el minutero en su un limbo de pulsera, donde la nostalgia abre franquicia, como lágrimas en la lluvia o, simplemente, como blogs en la nube.

(1) https://www.lavanguardia.com/tecnologia/20181214/453539890478/aceptarias-vivir-un-ano-sin-tu-smartphone-a-cambio-de-100000-dolares.html
(2) https://elpais.com/elpais/2018/12/12/gente/1544631172_252776.html
(3) https://www.elmundo.es/cultura/laesferadepapel/2018/12/11/5c090889fc6c8329638b47e6.html
(4) http://abcblogs.abc.es/sonajero/2018/12/11/millennials-contra-el-estereotipo/
(5) https://www.elperiodico.com/es/opinion/20181212/el-tinder-en-la-movida-madrilena-articulo-juan-soto-ivars-victor-lenore-7198488
(6) https://blogs.elconfidencial.com/cultura/mala-fama/2018-11-28/victor-lenore-espectros-de-la-movida-bola-de-cristal_1671174/?fbclid=IwAR0c-nQylZz5oIqRpaNNMvAD-DjvCDN4FGVgD6Vq_HCCVKpghCg5Gbsa2hQ

¿Sueñan los porteros suplentes con androides?

Nadie fantasea de niño con acarrear un trece al dorso. Por eso, en el patio, nos atrae tanto el genio del portero delantero, tan rebelde en su fuga

¿Qué pasa por la cabeza de un portero suplente? Se ha escrito mucho acerca de la soledad del fondista, de la injusticia del ciclismo o de la dureza del boxeo, pero muy poco, casi nada, de los guardametas condenados a chupar banquillo, enguantados para no dejar huella, siempre fuera de foco, de ahí, su desidia de chándal. Nadie sueña de niño con acarrear un trece al dorso. Por eso, en el patio, nos atrae tanto el genio del portero delantero, tan rebelde en su fuga. Una locura con el paso de los años, que solo alcanzan figuras ingobernables, del exotismo de Higuita o Chilavert. El resto, tiene bastante con mantenerse bajo palos y lucir, de vez en cuando, un detalle chillón en el uniforme. Como los chalecos amarillos. Ahora, cuando uno avista un pinchazo, ya no sabe si parar y añadirse a la causa o, simplemente, llamar a la grúa. En Egipto, para evitar confusiones, ya los han prohibido (1). Y en los Elíseos, más dialogantes, el presidente más leído de Europa promete sofocar la furia con una propina de cien euros por almilla (2). Ese es el precio por dejar de reclamar minutos y volver a la senda de los amistosos, donde la buena conducta se premia con quinquenios y cestas navideñas como la que rifa esa funeraria gallega, un ataúd repleto de regalos, con su pantalla de 50 pulgadas, su Thermomix y hasta su Nespresso (3). 

Nada prioritario en una isla desierta, donde lo recomendable, a juzgar por lo visto, es un buen jurista. "Robinson Crusoe, desalojado", titula La Vanguardia (4), en referencia a la historia de Mauro Morandi, el profesor italiano de 79 años que, harto de rutina, decidió abandonarlo todo hace treinta años camino de la Polinesia. Su catamarán, sin embargo, solo dio de sí hasta Budelli, un islote abandonado al norte de Cerdeña, donde ha vivido desde entonces, a base de huevos de gaviota. Ahora, una orden de desahucio amenaza su retiro. En una sociedad donde la prisa es trending topic, Morandi representa lo que medio mundo posterga para la edad del ictus. Desconectar conlleva penas diplomáticas, aunque al final se desvele el truco y hasta el robot más sofisticado, Boris, un androide ruso que apareció bailongo en un informativo de la televisión pública, acabe resultando, tan solo, un disfraz de 250.000 rublos con un hombre dentro (5).


(1) https://www.lavanguardia.com/opinion/20181213/453529413486/que-no-se-os-averie-el-coche.html
(2) https://elpais.com/internacional/2018/12/10/actualidad/1544450313_516394.html
(3) https://www.elperiodico.com/es/extra/20181212/original-cesta-navidad-funeraria-ataud-lleno-regalos-7197072
(4) https://www.lavanguardia.com/internacional/20181213/453529336387/mauro-morandi-isla-budelli-cerdena.html
(5) https://www.lavanguardia.com/tecnologia/20181213/453531011188/robot-ruso-alta-tecnologia-hombre-disfrazado-television-rusa.html

No es país para niños

Y así, con semejante panorama, cada día más neurótico, no es extraño que las cigüeñas se planteen una huelga indefinida

Si te dijera, amor mío, que temo a la madrugada... Lunes. Noche caída. Palacio de los Deportes. Madrid. Veinte artistas (Serrat, Ana Belén, Sabina, Rozalén, Miguel Poveda, Silvio Rodríguez...) pasaron por allí para homenajear a Luis Eduardo Aute, el poeta convaleciente. "Un escalofrío descuadernó a 12.000  personas cuando Rosa León arrancó Al alba", describe Manuel Llorente para El Mundo (1). Los hijos que no tuvimos, se esconden en las cloacas, comen las últimas flores, parece que adivinaran que el día que se avecina, viene con hambre atrasada... 

La cita, ahora que entramos en cóctel de gambas e inventario, pone el toque musical a una de las noticias de la jornada: "España registra la cifra más baja de nacimientos desde 1941"(2), con la guerra todavía supurando. Dato que además parece un guiño a la filmografía de Alfonso Cuarón, recuerden si no la apocalíptica Hijos de los hombres, justo ahora que todo el mundo habla del director mexicano por su nostálgica Roma. El estreno de la cinta que ha puesto en jaque a la industria cinematográfica coincide con los 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ya saben, aquello de que "todos los seres humanos nacen libres e iguales...", una paparrucha que "sigue plenamente vigente y plenamente incumplida", tal y como denuncia en El Periódico, Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional en España (3). 

De hecho, suena a carta extraviada de los Reyes Magos, con ribete de barbero estampado. O a Papá Noel, si es que ustedes son antimonárquicos. En Roth, Alemania, las han prohibido. Cada diciembre, en el centro de la ciudad, era tradición poner un árbol de Navidad donde los niños colgaban sus cartas con la típica lista de regalos. Hasta este año. Porque según el Nuevo Reglamento de Protección de Datos de la Unión Europea, esas misivas, que contienen el nombre, la edad y la dirección de los menores, no pueden enviarse sin el consentimiento paterno, aceptando que esos datos puedan compartirse con terceros (4). Y así, con semejante panorama, cada día más neurótico, no es extraño que las cigüeñas se planteen una huelga indefinida.


(1) https://www.elmundo.es/cultura/2018/12/10/5c0eeb6221efa03b3b8b45bf.html
(2) https://www.elmundo.es/espana/2018/12/11/5c0f9767fc6c834a7c8b45fb.html
(3) https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20181210/derechos-humanos-espana-aniversario-7186533
(4) https://www.lavanguardia.com/opinion/20181208/453416913665/ojito-con-papa-noel.html

Nanas de la cebolla

La grandilocuencia del gesto, repleta de frivolidades, distrae el apetito por un tiempo, hasta que el símbolo pierde su efecto saciante, y vuelve la hambruna de siempre, multiplicada por mil, que es el precio del desencanto

Entre los que ofertaban Ítaca y han dejado al personal a las puertas de Eslovenia, y los que tratan de colar el himno de la Legión en la lista de Los 40, hay una España encanallada que cierra 2018 como el año con más desahucios de su historia (1). "Es desolador que hoy la megalomanía y la ambición personal de algunos nos haya conducido al estado lamentable en el que nos encontramos", escribía en una carta al director de La Vanguardia, Josep Tarradellas, un año después de haberle cedido el testigo de la Generalitat a Jordi Pujol, tal y como recoge Màrius Carol en su columna (2). 

La grandilocuencia del gesto, repleta de frivolidades, distrae el apetito por un tiempo, hasta que el símbolo pierde su efecto saciante, y vuelve la hambruna de siempre, solo que ahora multiplicada por mil, que es el precio del desencanto. "A lo que esos políticos aspiran es a que el resentimiento se adueñe del escenario y lo invada todo, a darle vía libre y a que cada cual le ajuste cuentas a su vecino. Son políticos incendiarios y fratricidas. A menos que sean también como ellos, no se dejen embaucar ni arrastrar", aconseja Javier Marías (3). "La mezcla de corrupción e identidad es explosiva. El sueño de la vida política produce monstruos", remarca Javier Pérez de Andújar en El Periódico (4). "A la gente solo le queda el voto, y se lo han banalizado. Se vota en las urnas por emoción y por venganza. Más que para hablar, para hacerse oír, igual que se vota en Gran Hermano y en Eurovisión. Se coge la papeleta como se coge el mando a distancia", concluye.

Una noticia en El País permite la metáfora: "Fomento admite que hay 66 puentes con graves problemas de seguridad"(5), situación alarmante, si tenemos en cuenta que todavía colea el derrumbe del viaducto italiano de Morandi, en Génova. Por no hablar de Salvini. El escritor chileno Jorge Edwards, que ahora presenta el segundo tomo de sus memorias, lo resume todo con el título de su obra: Esclavos de la consigna (6).


(1) http://cadenaser.com/emisora/2018/12/08/radio_valencia/1544276393_057357.html
(2) https://www.lavanguardia.com/opinion/20181209/453445346403/el-bucle-historico.html
(3) https://elpais.com/elpais/2018/11/30/eps/1543595189_598178.html
(4) https://www.elperiodico.com/es/opinion/20181208/javier-perez-andujar-vox-nombres-monstruo-7187720
(5) https://elpais.com/economia/2018/12/08/actualidad/1544297956_635915.html
(6) https://elpais.com/cultura/2018/12/09/actualidad/1544357755_316057.html

Días de vino y rosas

Es justo ahí, ahora que estamos a cuarenta años de cualquier parte, donde cuaja la tontuna. De golpe y porrazo el idioma se vuelve ario y la frase menos pensada adquiere galones de insulto

Dice Noam Chomsky (ayer cumplió 90 años) que "no deberíamos estar buscando héroes, deberíamos estar buscando buenas ideas"(1). Ahí va una candidata: Vino y prosa. O Write&drink, según propone la cita en Facebook. Se entra en un local de copas, para la ocasión un mexicano en el barrio de Sants, en Barcelona, y una mesa repleta de lápices y hojas en blanco invita a echar el rato junto a una carta de cócteles, en una especie de taller literario que pretende demostrar que cuando la pluma se templa, cualquiera puede tener la soltura etílica de un Bukowski (2). 

"Hemos pasado de Zelda Fitzgerald a Eugenia Martínez de Irujo, de Scott Fitzgerald a Rafa Mora", escribe Alberto Rey en El Mundo (3). "Eso nos pasa por pedir democratización del lujo, que se nos llevan el cuero bueno y nos dan plástico fino, como en la canción de Radio Futura". Es la hiperinflación del texto. Como todo quisqui se da a las letras, la palabra está inmunodeprimida, y "el escritor empieza a resultar un armatoste inservible", según advierte Juan Manuel de Prada (4). Es justo ahí, ahora que estamos a cuarenta años de cualquier parte, donde cuaja la tontuna. De golpe y porrazo el idioma se vuelve ario y la frase menos pensada adquiere galones de insulto. La última limpia es animalista y pone en la picota expresiones como "matar dos pájaros de un tiro", "hacer de conejillo de Indias" o "coger el toro por los cuernos"(5). Con tanta quisquilla, nos vamos a quedar sin vocabulario.

Para capear el horizonte, Pantone propone que el color de 2019 sea el "coral vivo", porque "nos llena de calidez y aliento, y es una reacción a la embestida de la tecnología digital y de las redes sociales". En contraste, además, con la última moda de los chalecos amarillos, esas multitudes formadas por contribuyentes "con sus biografías averiadas, si no rotas, a la espera de que los recoja la grúa", tal y como describe Juan José Millás (7). Por aportar un dato más. Otro. El enésimo. Tan bueno o tan redundante como el resto, Julio Llamazares apunta que El Ejido, "el municipio almeriense en el que el partido ultraderechista Vox ha obtenido el mayor porcentaje de votos en las últimas elecciones andaluzas, es la mayor población española sin librerías"(8). 

Emile Cioran lo abrevió con oficio: "Podemos imaginarlo todo, predecirlo todo, salvo hasta dónde podemos hundirnos".


(1) https://www.lavanguardia.com/cultura/20181207/453381327451/noam-chomsky-frases-90-cumpleanos.html
(2) https://www.elperiodico.com/es/onbarcelona/a-la-ultima/20181204/vino-prosa-wine-prose-escribir-barcelona-7184705
(3) https://www.elmundo.es/blogs/elmundo/personajazos/2018/12/06/de-sofia-suescun-a-truman-capote-y-de.html
(4) https://www.xlsemanal.com/firmas/20181203/la-rosa-la-vocacion-juan-manuel-prada.html
(5) https://www.lavanguardia.com/opinion/20181207/453401914759/idiotas-idiotas-por-doquier.html
(6) https://verne.elpais.com/verne/2018/12/03/articulo/1543853044_168056.html
(7) https://elpais.com/elpais/2018/12/06/opinion/1544102368_756439.html
(8) https://elpais.com/elpais/2018/12/07/opinion/1544199329_564789.html

El jardinero fiel

Podría ser una secuencia inédita de Alien. O un fotograma perdido de CSI. Lo importante de esta imagen, como en la religión, es todo lo que no se ve y sirve de parábola. Justo ahí es donde se abre su horizonte de sucesos, lo que nos permite elucubrar hasta el núcleo mismo del mito. Comenzaremos por la mascarilla. Una mezcla de higiene y autocensura. Parece que estornudar ahí dentro puede salir más caro, incluso, que sonarse en una bandera. Todo es asepsia, desde la bata hasta los guantes de látex, que no vemos pero intuimos, como ese tufo a desinfectante que desprende toda la fotografía, un ejemplo de buena praxis, si no fuera porque el actor secundario, el individuo borroso que aparece en segundo plano, está fastidiando el protocolo. Se le ha salido el micro y cualquiera podría escuchar el percal. Lo básico es no levantar sospechas. Que todo parezca artificiosamente idílico, como en una de esas urbanizaciones de manzanas clónicas en Estados Unidos, donde hiberna, en sótano, Hannibal Lecter. 

Si continuamos el análisis, llegamos, a través de los reflejos de las gafas, a la linterna frontal. Un guiño a Antonio Molina, sin duda, porque en algunos laboratorios farmacéuticos, como en las minas, se escarba en busca del potosí, o sea, del antídoto perfecto para trapichear miserablemente con su fórmula, nada que no sepan los lectores de John Le Carré. Es lo que ha hecho, por ejemplo, Aspen Pharmace, "que ha multiplicado los ingresos obtenidos por cinco medicamentos contra el cáncer tras retirarlos en 2014 del mercado español, obligando a los hospitales a comprarlos en el extranjero a un precio hasta treinta veces más alto", según informa El País (1). "En su estrategia, la empresa llegó a plantearse destruir lotes enteros de medicinas, tras meses de desabastecimiento", tal y como desveló en su día una investigación llevada a cabo por el diario británico The Times. 

El modus operandi es sencillo: se quedan con los llamados fármacos huérfanos (cambien fármaco por menor de edad y tendrán una mafia), "moléculas sin competencia porque son baratas y no interesan a los grandes laboratorios ni a los fabricantes de genéricos". Y una vez logrado el monopolio, "echan un pulso a las autoridades sanitarias", encareciendo el producto todo lo que la codicia abarque. Por eso, si abriéramos el plano, definitivamente, no sabríamos si estamos ante un equipo multidisciplinar de científicos a sueldo o ante una banda de forajidos que planea entre probetas su próximo golpe.


(1) https://elpais.com/sociedad/2018/12/04/actualidad/1543956295_803332.html

Evasión o derrota

Como el presente ya no da para vivir, empeñamos el pasado en el Cash Converters

Hay preocupación en Noruega porque la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto se caen del borrador del nuevo plan de estudios (1), lo que ha provocado cierto debate, menos intenso, eso sí, que una convocatoria de la selección que deja fuera a dos futbolistas legendarios. Según afirman los responsables, el proyecto trata de centrarse "en los contenidos relevantes para el futuro", y, por lo visto, ciertos episodios históricos solo son un engorro. Hace demasiados cursos que los colegios se dedican a construir el futuro con un amasijo de mindfulness y robótica. En su columna sobre referentes culturales, Quim Monzó etiqueta el producto: "Es una aplicación más del síndrome de Cristóbal Colón". Esa prepotencia de hornada sabelotodo que cree que "no hay nada importante previo a mí: el mundo empieza justo el día en que yo nazco y todo lo que ha habido antes me la suda"(2). 

Rebobinar es un anacronismo tecnológico. Desde Sodoma, mirar por el retrovisor está penado con salitre. A quién le importa lo que pasó ayer cuando la agenda no da ni un segundo de tregua. Lo único que cuenta es llegar cuanto antes a Netflix, ya sea en modo runner, como un Forrest Gump con complementos, o en patinete volador, como Marty McFly. Evasión o derrota. En los últimos 12 años, "la cultura occidental le ha cogido gusto al apocalipsis", escribe Sergio del Molino (3). "Los zombis, los planetas arrasados, las epidemias y toda suerte de negruras armagedónicas se ganaron el favor de un público al que la crisis financiera de 2008 no le había dejado tiempo ni sitio para creer en la bondad roussoniana del ser humano". 

Como el presente ya no da para vivir, empeñamos el pasado en el Cash Converters. "Y es que la realidad es una cosa incómoda, aburrida y pesada que nos distrae de seguir chutándonos soma del móvil que nos venden y revenden los de siempre con la excusa de una revolución a tanto el minuto", sentencia Carlos Zanón (4), mientras una anciana muere en el hospital de Palamós, en Girona, "tras siete horas de espera en urgencias"(5), apenas una semana después de que el portavoz de turno de la Generalitat, a micro abierto, recriminara que nos despistamos "con cuestiones que no son las esenciales"(6), refiriéndose, por supuesto, a las listas de espera en sanidad. Menudo ojo clínico.


(1) https://elpais.com/cultura/2018/12/04/actualidad/1543912189_685362.html
(2) https://www.lavanguardia.com/opinion/20181204/453328834448/corre-conejo-corre-corre.html
(3) https://elpais.com/cultura/2018/12/03/actualidad/1543853832_505578.html
(4) https://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20181204/453329681881/suenan-los-celulares-con-patinetes-electricos.html
(5) https://elpais.com/sociedad/2018/12/04/actualidad/1543916991_708623.html
(6) https://www.elperiodico.com/es/politica/20181127/eduard-pujol-junts-per-catalunya-listas-espera-sanidad-independencia-7171887

Scarface y Vox

Se trata de moldear la belleza, de reducirla a talla única; de uniformar el inconformismo con una pátina de desencanto hasta dejarlo todo medio insípido. Y así, el día menos pensado, girar al infierno. Sin peajes. Solo por recreo de domingo con paella y comicios

Las cicatrices tienen los días contados. Al menos, en el Reino Unido. El Instituto de Cine Británico ha anunciado que se acabaron las subvenciones para películas con malos que luzcan heridas reales de guerra en el rostro. La única brecha tolerable es la salarial. Lo demás es maquillaje. En una sociedad con una franquicia estética cada dos portales, Scarface está obligado, tarde o temprano, a pasar por uno de esos programas de cambio radical. Para colgarse la medalla, la oenegé Changing Faces ha creado un hashtag de combate, cuya intención es evitar que el cine estigmatice a las personas con caras desfiguradas. Imagínense por un momento lo que hubiera sido de los pobres Sírex y su tema Que se mueran los feos, en manos de este "neocatecismo" ultrapuro. Varios juicios sumarísimos y algún paredón en Twitter. Se trata de moldear la belleza, de reducirla a una sola talla, de uniformar el inconformismo con una pátina de desencanto hasta dejarlo todo medio insípido. Y así, el día menos pensado, girar al infierno. Sin peajes. Solo por recreo de domingo con paella y comicios.

En un artículo en El País, el escritor Jordi Soler recuerda que la rebelión de los jóvenes que profetizó Octavio Paz en 1967 "ha quedado reducida a rabieta online"(1), donde envalentonarse resulta más sencillo, "venirnos arriba, gustarnos en las chicuelinas, y subir de punto el tono, el arabesco, la retórica", que dice Andrés Trapiello. "La imagen del jipi, que hace años combatía al sistema desde la calle, practicando hoy la postura del guerrero en un salón de yoga climatizado, ilustra perfectamente la magnitud del caso", tal y como remarca Soler. 

Javier Marías sube la apuesta de la disneylización del mundo, y mete en el carro de los quejosos a toda esa gente que "ha decidido abrazar el cuento que le gusta, como los niños, independientemente de que sea o no verdadero (...). La conclusión que parece haberse alcanzado es que nadie puede ganar elecciones y tener éxito si no presume de haber sido agraviado y maltratado", sentencia (3). Es la edad del victimismo. "Y así, corrección tras corrección, hasta el día del Juicio Final", añade Quim Monzó en La Vanguardia (4). Justo el fin de semana en que España ha recibido un derechazo por Andalucía, quizá intuido por Enric González en El Fascismo que viene, donde presagia: "Miles de académicos se ganarán la vida durante siglos estudiando por qué ocurrió lo que empieza a ocurrir ahora"(5) .


(1) https://elpais.com/elpais/2018/11/22/opinion/1542884751_628476.html
(2) http://www.magazinedigital.com/opinion/en-torno-max-estrella
(3) https://elpais.com/elpais/2018/11/26/eps/1543243343_943220.html
(4) https://www.lavanguardia.com/opinion/20181201/453246183136/los-malos-tienen-sentimientos.html
(5) https://elpais.com/elpais/2018/11/30/opinion/1543593007_278724.html

¡Se armó el belén! (Una historia alternativa de España)

Y la historia se repite, como un reflejo que se muerde el rabo, sin aristas, solo con una señal de alerta por curva cerrada

Pues ya tenemos belenes paritarios. Era cuestión de tiempo que un empresario avispado viera el negocio. El pesebrista Carles Dresaire ya vende figuritas de hombre que lava la ropa y de mujer que pesca, "para que no solo sean los machos los que tiran la caña al papel de plata", según apunta Quim Monzó (1). Mal plan cuando los emprendedores se apropian de un credo porque no suelen dejar ni los huesos. El año pasado, sin ir más lejos, ya se vendió un Nacimiento en el que San José se hacía un selfi con la Virgen y el Niño, y los Reyes Magos llegaban en patinete con regalos de Amazon, apuestas que se suman a otras de carácter mucho más reivindicativo, como las de Enric Benavent, con pastores convertidos en manteros senegaleses (2). Así que puestos a innovar, por qué no, Quim Monzó propone: musgo transgénico, ovejas clonadas y Reinas Magas.

A principios de los ochenta, en El nacimiento en el desván, el escritor José María Merino ya fantaseaba con un belén que reproducía a escala de microscopio viviente, la vida entera de un pueblo, una especie de Toy Story navideño, como un Lilliput de laboratorio. No en vano, el Auto de los Reyes Magos se considera la primera pieza teatral en castellano, algo así como nuestro primer Cuéntame, en la semana en que Carlos, el heredero de los Alcántara, Ricardo Gómez en la vida real, deja la serie tras 17 años, 20 según la trama, y 348 capítulos, que arrancaban un 13 de septiembre de 2001, con las Torres Gemelas todavía humeantes; abril de 1968 en la ficción, año de revoluciones, que aquí, en España, quedaron menguadas con el éxito de Massiel en Eurovision, y su mítico La, la, la, tema compuesto por el Dúo Dinámico para Joan Manuel Serrat, que renunció a la plaza cuando le impidieron interpretarlo en catalán. Por las mismas fechas, Paco Martínez Soria rodaba: ¡Se armó el belén!

La anécdota forma parte de la Historia Mundial de España, un recorrido "desde Atapuerca al procés", a manos de más de un centenar de expertos que han escogido 127 momentos clave, muy al estilo de la célebre Historia alternativa del siglo XX de John Higgs. El estudio se cierra con un artículo del filósofo Josep Ramoneda, que deja un poso beckettiano: Esperando a Europa, el último ciclo del independentismo catalán (3). 

Da la casualidad, volviendo a Cuéntame, que Antonio (Imanol Arias), el P'arriba, se despide de su hijo Carlos también en tono de Samuel Beckett: "Somos lo que somos porque vamos de fracaso en fracaso". Y la historia se repite, como un reflejo que se muerde el rabo, sin aristas, solo con una señal de alerta por curva cerrada. Ricardo Gómez abandona la serie más longeva de la televisión Buscando, título del último capítulo, en un viaje de vuelta a Ítaca que ha durado lo que manda el tango, veinte años, para recalar de nuevo en el primer episodio, El retorno del fugitivo, donde encuentra el cobijo y las respuestas que tanto anhelaba, justo en el lugar y el momento en que todo echaba a andar. Rainer Maria Rilke tomó un atajo para decirnos que "la verdadera patria del hombre es la infancia". El resto... es equinoccio y turrón.


(1) https://www.lavanguardia.com/opinion/20181127/453194216710/por-un-belen-paritario.html
(2) https://www.elperiodico.com/es/opinion/20181129/roles-y-belenes-articulo-josep-maria-fonalleras-pesebres-7174885
(3) https://elpais.com/cultura/2018/11/29/actualidad/1543507280_607170.html