miércoles, 11 de julio de 2018

Los spoilers son para el verano

Reventar finales se ha convertido en el pecado capital contemporáneo. Las mismas productoras avivan el troleo en detrimento de las tramas, que ganan impaciencia y se precipitan hacia desenlaces cada vez más previsibles





No hay semana que pase que no venga con su spoiler de oficio. Antes bastaba con el horóscopo, pero el futuro basado en hechos reales apenas tiene unos cuantos giros. El de esta en concreto corresponde a Juego de Tronos. La actriz Maisie Williams, Arya Stark en la ficción, se ha despedido de la serie con una imagen en Instagram que ha desatado todo tipo de conjeturas. La fotografía en cuestión, con un millón largo de "me gustas", muestra unas zapatillas ensangrentadas. No ha sido sin embargo la falta de calzado limpio sino un hashtag, que podría traducirse como "la última mujer que sigue en pie", el que ha despertado las suspicacias (1)

Con los fans inmersos en una espiral de cábalas, Netflix estrena las descargas automáticas en el móvil (2). Según los datos que baraja la compañía, España es el país europeo que más ficción de bolsillo consume fuera de casa. Aeropuertos, trenes, autobuses, cafeterías y playas son los rincones predilectos para engancharse a las pantallas. Por cierto, abrimos paréntesis estival, los biólogos, como en un guiño a El nacimiento de Venus de Botticelli, informan, ahora que apetece, que el agua del mar es rica en esperma de medusas (3). Cerramos.
Antes bastaba el horóscopo, pero el futuro basado en hechos reales apenas tiene unos cuantos giros
Hace tan solo unos días, precisamente, tres especialistas cinematográficos debatían en la Casa de América sobre si cabe toda la grandiosidad de El gatopardo en una tablet o en un smartphone (4). En los últimos años, el ritual compartido de la sala de cine, envuelto de noche pactada y secreto de palomitas, se ha visto superado por el consumo a deshoras, troceado y solitario. Al final, y sin posturas apocalípticas, prevalece siempre la emoción estética del buen relato; el cine mismo, su esencia de sombras reflejadas sobre una sábana blanca, creencia que llevó a Carmelo e Isabel a enrolarse en la aventura de sus vidas, la Cinecicletaun proyecto de cinematógrafo a pedales que les ha permitido llevar el celuloide de punta a punta de África, y que ahora, de vuelta a casa, recala por las zonas rurales de España (5).

Sobre viajes tratará también el futuro trabajo en el que anda metido el escritor Jorge Carrión. Tras su aclamada Libreríasfinalista del Premio Anagrama de Ensayo, ahora regresa con Breve historia del largo viaje, una obra todavía en ciernes que trastea en los recuerdos de los grandes nómadas, una selección de trotamundos de distintas épocas, "desde Herodoto hasta Google Maps, un recorrido por la historia del turismo, de la migración, de la peregrinación, de la exploración y también de las tecnologías del viaje: el caballo, el barco, el coche, la brújula, internet...", según explica en La Vanguardia (6)
En los últimos años, el ritual compartido de sala de cine, envuelto de noche pactada y secreto de palomitas, se ha visto superado por el consumo a deshoras, troceado y solitario
Y hasta aquí podemos leer, tal y como rezaba la mítica coletilla del Un, dos, tres... aquel programa de programas ideado por Chicho Ibáñez Serrador, maestro en el arte de contar, no en vano se había forjado en las Historias para no dormir, donde lo que no se decía, lo que se callaba, lo que solo se sugería o se insinuaba, importaba mucho más que todo lo que salía a relucir. Una declaración de intenciones en mitad de un páramo de finales destripados y gustos explícitos. No hará ni un mes que otra actriz de Juego de Tronos, Sophie Turner (Sansa Stark), acuñó la enésima modalidad de filtrado: el tattoo-spoiler. En su antebrazo, con vigencia de rotativa, se lee: "La manada sobrevive"(7).


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